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25-10-2009 |
EMOTIVA FIESTA DE LOS ALBERTINOS |
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Por primera vez la celebración se hizo en Alberti y reunió a los que no residen en la ciudad con los que están viviendo. Hubo reencuentros de compueblanos. |
“Hoy que todos estamos volviendo, les damos la bienvenida”, con esas palabras Nancy Deandrés y Roberto Peralta saludaron a las 400 personas que colmaron el salón del Centro de Jubilados para participar de la fiesta de los Albertinos Residentes en Buenos Aires y otras ciudades.
La previa fue muy emotiva, y en algunos casos hasta conmovedora. Con un ingreso donde se pudo apreciar exposiciones de fotos que reflejaron imágenes del Alberti de ayer y con los reencuentros de viejos amigos, conocidos, familiares. Las caras de felicidad, de sorpresa, algunas acompañadas de lágrimas fueron un común denominador. No importó si hacía muchos o pocos años que no se veían, el tiempo no cuenta cuando hay sentimientos.
Esos sentimientos reflejó Nancy Deandrés cuando empleó las palabras de una canción de Serrat que habla de las Pequeñas Cosas para hacer la apertura de la fiesta que se extendió por casi cinco horas.
Hubo una Comisión Anfitriona Local que preparó el agasajo al igual que existe una Comisión de Albertinos Residente en Buenos Aires que ya lleva organizados seis encuentros, el primero fue en 1965. Como integrante de la Comisión Local, Ariel Záccaro, hizo el discurso de apertura en el que resaltó que “el motivo del encuentro era rescatar la amistad, la camaradería y fundamentalmente el amor por la tierra natal”.
Como estaba previsto los organizadores decidieron homenajear a un grupo de albertinos que “se han destacado en distintas disciplinas, llenándonos de orgullo y representándonos”. De esa manera fueron distinguidos el doctor Dardo María José Chiesa, por el que se escuchó el más cerrado de los aplausos y la gente de pie saludó al médico que recibió de Carmen Morello un cuadro con una foto de la ciudad.
Otto Klein recibió de Ariel Záccaro otra fotografía en reconocimiento a los 90 años del Criadero Klein, por el trabajo de todas las generaciones que “permitió que esta tierra fuera conocida en el mundo entero”.
Otro reconocimiento fue para el doctor Alfredo Cavagnaro, en él quisieron destacar a un hombre que logró ser un profesional a base de sacrificio y que volvió a Alberti para dar parte de lo que él recibió. De hecho lo sigue haciendo con su proyecto de becar a los estudiantes para que continúen con una carrera universitaria. Alfredo Mena fue quien agasajó el doctor Cavagnaro con una imagen de la ciudad que fue tomada por el fotógrafo Julio Reale.
Por los pergaminos conseguidos en su corta carrera y por haberse graduado con medalla de honor en al Facultad de Medicina de la Plata, el doctor Carlos Adrián Zanardi fue distinguido con una plaqueta por Eduardo Beraza.
El último de los reconocimientos fue para el presidente de la Comisión de Albertinos Residentes Norberto Mastrota. De él se mencionó un amplio currículum que incluyó su vida en Alberti y en Buenos Aires, su oficio de sastre, su pasión por los escenarios, la música, los medios de comunicación y su participación en los reencuentros de los albertinos. Para Mastrota la organización le tenía preparada una sorpresa, por su condición de hincha de Independiente fue Ricardo Bochini quien le entregó un cuadro con una camiseta dedicada a “Chichí” (ver nota aparte).
La diputada Marta Médici le entregó el escudo de la Municipalidad a Horacio Medrano, por su labor en la cultura puesta de manifiesta no sólo en Buenos Aires sino en Alberti ya que el director suele presentar y dirigir espectáculos en nuestra ciudad.
También subieron al escenario a recibir un presente los hermanos Julio y Guillermo Sarobe, hijos de Arturo Guillermo, el primer presidente que tuvo la Liga Albertina de Fútbol en 1957. Junto a ellos también estuvo Dalio Miguel Gras, hijo de Dalio Albino quien fuera secretario de la Liga mientras Sarobe ocupó la presidencia. Fue Angel Rivero quien entregó los presentes.
El intendente Leonel Zacca le entregó el escudo de la Municipalidad a Elsa Gandini por haber sido maestra de varias generaciones de albertinos. Y en el escenario coincidieron los integrantes de la Comisión Anfitriona con quienes forman la Comisión de Residentes, los locales les entregaron los escudos a quienes organizan los reencuentros en Buenos Aires. Recibieron: Héctor “Pichón” Duhalde, Juan Carlos Beraza, Oscar Miranda, Juan José Armada, Julio Gutierrez, Ana Hiriart, Abel Gutierrez y Nancy Deandrés.
En el escenario se presentó Mario Farias y la pareja de tangos que forman Cora Ruggeri y Oscar Quiroga.
Cuando la fiesta llegó a su fin quedó flotando una premisa: que el próximo año la fiesta de los Residentes Albertinos vuelva a reunir a todos aquellos que tienen lazos con la ciudad.
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