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17-08-2009
VICTIMA DEL ASALTO EN EL LOCUTORIO
Es una de las dos personas que estaban en el local cuando los jóvenes se llevaron dinero y otros objetos. A él le sacaron la moto para emprender la huída.
“A mi nunca me había pasado algo así, dice Antonio Salazar, y justo me viene a tocar acá que es tan tranquilo”. Con esas palabras uno de los damnificados del robo a mano armada en el locutorio cierre el relato de lo que le ocurrió ayer por la tarde cuando se encontraba en el local de la calle Belgrano.

Antonio lleva apenas unos años en Alberti y lo que más pondera de esta ciudad es su tranquilidad si se la compara con el lugar de donde él es oriundo en su país de origen: Brasil. Salazar estuvo en el lugar y en el momento equivocado porque según relató se encontraba en el locutorio “preparando una prédica para la iglesia, nosotros somos Evangélicos, cuando entró un muchacho de 25 años que pidió una tarjeta de celular, después salió y a los 5 minutos volvió a ingresar armado y pidiendo la plata y todo lo que teníamos encima”.

Junto a Salazar se encontraba otro hombre de nacionalidad peruana y la chica que trabaja en el locutorio. A los tres amedrentó con el arma, les quitó todo lo que tenían y a Salazar también le llevó la moto”.

El relato del damnificado coincide con el de la policía respecto de que eran dos los jóvenes que cometieron el robo, uno de ellos portaba un arma a cara descubierta y el otro se quedó en la puerta con una capucha que tapaba su rostro.

Salazar pudo reconocer, cuando fue citado a la comisaría, al menor de edad ya que lo identificó y dio referencias del lugar donde trabaja que es una verdulería; al mayor – según declaró – no lo conoce.

Para el Antonio, primero uno los delincuentes ingresó para ver el lugar y observar quién se encontraba en el locutorio, después ya “entraron decididos a asaltar”. El hombre también contó que el joven que tenía el arma los amenazaba para que se quedaran quietos y que entregaran todo lo que tenían.

Salazar, que calificó la experiencia como desagradable, recuperó sus pertenencias después de que la policía detuvo a los dos autores del robo. El hombre oriundo de Brasil no sale asombro respecto de lo que pasó porque él se vino a Alberti por la tranquilidad del lugar. Valor que por estos hechos parece alterarse.

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