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| 27-01-2009 |
| LA SEQUIA PERSISTE |
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Las pérdidas aumentan a medida que son escasas o nulas las precipitaciones. Las medidas anunciadas no satisfacen al sector. |
Cada día que pasa sin lluvia es dinero que se pierde para el país y la crisis en sector agropecuario se profundiza. En la última semana hay un registro insignificante de 7 milímetros en el distrito de Alberti que no alienta de ninguna forma a los productores rurales.
El registro que aporta la Estación Meteorológica del Criadero Klein señala que en el mes de enero cayeron 13,5 milímetros, una cantidad para nada satisfactoria pensando en los cultivos que todavía pueden salvarse.
La escasez de lluvias afecta a las principales regiones agrícolas y ganaderas del país. Sólo habría precipitaciones a partir de mañana en el norte de Santa Fe y en el noroeste argentino, y posiblemente el domingo en la pampa húmeda, según mencionan los especialistas.
El fin de semana pasado, las precipitaciones registradas en la provincia de Buenos Aires llevaron un alivio a unos pocos distritos, pero no alcanzaron para revertir las pérdidas millonarias causadas por la sequía.
La mitad de la provincia podría entrar en situación de desastre dentro de una semana, si no llueve, al menos, 80 milímetros. Una zona importante de Buenos Aires necesita lluvias de entre 80 y 100 milímetros para que se revierta el proceso.
La declaración de emergencia nacional que hizo la presidenta Cristina Fernández incluirá, entre otros beneficios, la prórroga por un año del pago de los impuestos a los productores afectados por la sequía. Pero esta medida es considerada insuficiente ya que los dirigentes de la mesa de enlace están solicitando fondos frescos, la baja de las retenciones y la liberación de los mercados.
Otra medida que tomó el gobierno es la eliminación del pago por la carta de porte, un formulario que deben llenar los productores para transportar los granos. Con la firma del decreto 34 el sistema pasa a ser gratuito, una medida que en ningún momento el sector agropecuario reclamó.
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