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10-07-2008
"NO ES UN GOBIERNO DEBIL"
Así lo expresó Zacca en su discurso del acto del 9 de Julio. Fue el único orador y habló de la situación que afronta la administración Municipal.
Si bien la introducción del discurso fue la declaración de la independencia, el tema central de las palabras que pronunció el intendente fue la situación del gobierno. “Sería hipócrita negarlo que en este momento en nuestro pueblo por ahí estamos viviendo una situación difícil, por ahí están circulando distintas acciones. El gobierno debe virar su rumbo en mucha cosas, este no es un gobierno débil por más que lo parezca en algunos casos”.

El jefe comunal para respaldar ese concepto se apoyó en el argumento que “el gobierno revió situaciones cuando el pueblo no estaba de acuerdo con algunas cosas. Volvió para atrás algunas decisiones. Un gobierno débil no asume lo que asumió este intendente de cambiar el rumbo y de llevar adelante algunas cosas. Hasta llevé adelante algunas acciones judiciales que esclarecieran supuestos hechos y que me permitirán seguir el día de mañana, cuando ya no sea más intendente, mirar a la cara a cada uno de ustedes. Creo que más que mi deber como intendente era mi deber como padre de familia”, puntualizó Zacca.

También hizo un llamado a los dirigentes del Frente para la Victoria y de la Unión Cívica Radical. “Todos los que componemos el gobierno Municipal, el oficialismo y la oposición, debemos tener la altura, el coraje, la voluntad de disentir, de tratar de mejorar, la voluntad de demostrar que podemos hacer las cosas mejor que el otro, pero también la voluntad de pensar que más allá de un circunstancial gobierno está el futuro de todos los albertinos”.

Llamó a encontrar “políticas de consenso” que a la gente le signifiquen que “no nos peleamos continuamente” y que “podemos tener acuerdos que rindan sus frutos para este pueblo”.

Fue la primera vez que el intendente Zacca habló en público luego de que se desató el escándalo de las cuentas públicas. En el acto del día de bandera prefirió no pronunciarse y ayer no se lo vio ni relajado ni cómodo cuando expresó su discurso en el que también se disculpó por hacer referencia a la situación del gobierno. “Discúlpenme, pero tenía que decir esto desde lo más íntimo de mi corazón. Apelo a la voluntad de consenso y de diálogo de todos los albertinos para lograr un pueblo mejor. Cuando deje de ser intendente, cuando los concejales dejen de serlo, cuando mis funcionarios también, todos podamos mirar a la gente y decirle que hemos tratado de hacer lo mejor para nuestros hijos, para las generaciones que vienen”.
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