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25-06-2008
UNA ALBERTINA DE ALMA
Patricia Farias vive en Corrientes pero necesita de sus afectos que están a 1400 kilómetros.
“Si alguna vez eligen un lugar para vacacionar no se olviden de Corrientes. Vale la pena conocerla.”, dice Patricia Farias, una albertina que hace dieciséis años que se fue a vivir a esa provincia y que accedió a contarnos detalles de su lugar de residencia y de su vida. Patricia llegó a Corrientes porque el trabajo de su esposo la llevó al norte del país.

Acerca de la gente de la provincia de Chamamé, Patricia nos dijo: “La gente del lugar que tuve la suerte de encontrar, siempre me brindó ayuda, es muy abierta, solidaria, amigable, pero tenés que estar dentro de un rango social, para que te incluyan mejor, si no tenés una profesión es más difícil insertarte. En algunos casos son muy selectivos. Pero no te olvides que es una capital y la población es de 330.000 habitantes (sólo en la Capital). La totalidad de la provincia es de 1.000.000 de habitantes.

- ¿A qué te dedicás?

- Trabajo en el Hospital Pediátrico “Juan Pablo II” (único en el Nordeste). Soy Profesora de Educación Especial para Niños Sordos e Hipoacúsicos y Reeducadora del Lenguaje.

- ¿Qué diferencias encuentrás con Alberti?

- Encuentro muchas diferencias, en cuanto a lo que te comenté anteriormente sobre la gente del lugar. Alberti es una gran familia. Al menos esa es la imagen con la que me fui del pueblo. Sé que hay cambios, gente nueva que vino a vivir al lugar y muchos que se están yendo.

- ¿Cómo son los inviernos y cómo los veranos?

- Aunque te cueste creerlo, hay una canción que dice que Corrientes no tiene invierno, y realmente es así, éste si dura 1 mes es mucho. Es bastante cálido.

- ¿Cómo es la vida social en ese lugar?

- Tiene mucha vida social, dado que además de ser una capital turística es universitaria. Tenés muchos lugares nocturnos, ya sean pubs, boliches bailables, un teatro (único en la región), dos casinos impactantes, fiestas universitarias. Una costanera indescriptible, sobre el Río Paraná. Tienes playas alucinantes, concesionadas para la mejor atención del turista. Además de los carnavales de invierno y los de verano.

- ¿Cuántas veces por año vuelve a Alberti?

- Vuelvo a Alberti a visitar a mis seres queridos, dos veces por año en las vacaciones de verano y en las de invierno.

- ¿Qué añorás de Alberti?

- Mirá, cada vez que voy a Alberti volverme es un duelo grande. Aunque han pasado 16 años que me fui sigo añorando volver. Estoy a 1.400 kilómetros, la distancia pesa, se necesitan los afectos que uno dejó en el lugar. Y no hay nada ni nadie que pueda reemplazar el peso de las raíces que uno tiene en el alma.



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