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29-10-2010 |
CONSUMO Y ABUSO DE SUSTANCIAS |
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El toxicólogo Carlos Damín disertó ayer en el salón de la Cámara de Comercio sobre el consumo y abuso de sustancias. El especialista sostuvo que se deberían impulsar campañas que apunten a una vida saludable. |
El jefe de Toxicología del Hospital Fernández, el doctor Carlos Damín (Mat. 81870), disertó en la conferencia sobre “Consumo y Abuso de Sustancias” organizada por la Fundación Osde, minutos antes habló con este medio sobre el por qué del título que eligió para designar a la charla. “Cuando se habla de drogas es muy común que la gente piense en cocaína y marihuana, en realidad el mayor problema que tenemos es con las legales: alcohol, tabaco y medicamentos. Por eso hablamos de abuso de sustancias psicoactivas y adicciones, porque están totalmente interrelacionadas”.
¿Hay factores que impulsan al consumo que son identificables tanto en Capital como en el interior?
-Los factores que motivan un consumo de sustancias son casi únicos, podríamos decir en el mundo, lo que puede variar de acuerdo a las regiones son los tipos de sustancias. Por ejemplo los europeos tienen un consumo importante de heroína que en nuestro país no hay, ese lugar lo ocupa la cocaína, la marihuana es universalmente consumida al igual que el alcohol y los medicamentos. Pero tengan en cuenta que hay factores económicos y políticos que hacen que nosotros seamos el país del mundo que mayor cantidad de psicofármacos consume, esto tiene que ver con leyes que hemos tenido que han favorecido la automedicación, y que hacen que la población argentina esté supermedicada, lo que nos ocasiona un gran problema de salud pública, sobretodo si a esto le agregamos que los argentinos consumen grandes cantidades de alcohol y otro tipo de sustancias ilegales.
¿A dónde hay que hacer hincapié?
-Estoy convencido de que en la promoción de la salud, cuando a un adolescente se lo trata de educar o darle información sobre lo nocivo de la sustancia a veces no es beneficioso y a veces no produce ningún efecto. La verdad es que nunca vi que un fumador dejara de fumar porque se le dice que el cigarrillo produce cáncer de pulmón, todo el mundo tiene esa información y fuma igual. Lo que a los argentinos nos falta son campañas de promoción de la salud, hacer de los hábitos saludables hábitos reales de vida. Que la gente cuide más su salud haciendo deportes, evitando tomar medicamentos, comiendo más sano, neutralizando dolores, generando hábitos de buena salud. La gente que tiene hábitos saludables está alejada del consumo de sustancias.
¿Qué lectura hay que hacer del consumo de alcohol en los jóvenes?
-Creo que se nos instaló como problema sobretodo porque han cambiado algunos hábitos, los adolescentes y adultos jóvenes cuando van bailar cada vez lo hacen más tarde. Esto ha generado una brecha horaria que hace que los chicos comiencen a beber alcohol a las nueve y media de la noche y hasta las dos de la mañana no entran al boliche. Cuando nosotros éramos chicos lo que veíamos era que se consumía alcohol, incluso con otro tipo de sustancias, pero se lo hacía para mejorar la situación del baile. La gente iba bailar y tomaba a lo mejor una copa de alcohol, pero el objetivo era bailar y ponerse de novio. Hoy como a los chicos les faltan muchas horas para ir a bailar el objetivo es sólo beber alcohol, digamos que se ha transformado lo que era un medio en un fin en si mismo. Los chicos consumen alcohol sólo por beber alcohol y esto hace que en algunos casos ni lleguen al boliche. Cambió el objetivo del consumo, por lo que en tanto no logremos corregir algunas conductas va a ser muy difícil que consigamos desarraigar ese consumo de 5 o 6 horas.
¿Para corregir esas conductas tiene que intervenir el estado?
-Soy un convencido de que el estado tiene que intervenir, pero no obligando a las conductas porque no está para poner pautas de rigidez. Lo que tiene que tratar de hacer es educar a la sociedad. Vemos muchas publicidades en las que se le dice a la gente que tenga un mal hábito total el medicamento lo contrarresta, esto prende y el medicamento se vende muchísimo. Si el estado hiciera campañas de promoción de hábito saludables, es muy probable que se logre que la gente cambie actitudes. Si la exigencia es que el boliche se cierre a las cuatro de la mañana, lo más probable es que consuman alcohol hasta las siete. Cuando el adolescente ve que se le impone un límite, es propio de su edad tratar de violarlo, lo que hay tratar es que ellos cambien el hábito y no tratar de modificárselo, y menos por leyes.
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