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28-11-2010
MADRINAZGO PRESIDENCIAL EN ALBERTI
Un nene de 8 años es ahijado de la presidente Cristina Fernández de Kirchner y del intendente Leonel Zacca. La edecán de la presidente estuvo en la ceremonia que se celebró en la parroquia.
En la parroquia Nuestra Señora del Rosario el cura Ernesto Palermo celebró el bautismo de Felipe García, el séptimo hijo varón que tuvo como madrina a la presidente Cristina Fernández de Kirchner, representada por su edecán María Isabel Panza, y al intendente Municipal Leonel Zacca.

La familia de Felipe había solicitado por carta el Padrinazgo Presidencial y le fue concedido luego de que una asistente social evaluara la situación. Ya que la Ley Nacional 20.843 de Padrinazgo Presidencial establece el otorgamiento de un subsidio y becas de estudio a las personas que hayan sido apadrinadas por el titular del Poder Ejecutivo (7mo hijo del mismo sexo, varón o mujer). El beneficio consta de un aporte económico anual que se efectúa a través del Banco de la Nación Argentina.

Una vez que estuvieron dadas las condiciones para establecer el madrinazgo de la presidente, se estableció por decisión de la familia que el intendente Zacca fuese el padrino de este nene de 8 años de edad que se preparó especialmente para recibir el bautismo.

Fue una ceremonia sencilla a la que asistieron los familiares de Felipe y algunos colaboradores, funcionarios y allegados al intendente Zacca. El presbítero Ernesto Palermo volvió a celebrar una ceremonia después de la afección que lo afectó y por la que estuvo internado varios días en una clínica de la ciudad de Junín.

De las tres edecanes que tiene la presidente Cristina Fernández, estuvo la teniente coronel María Isabel Panza acompañada de funcionarias que se desempeñan en el área de Padrinazgo Presidencial.

En la Argentina existe desde 1973 una ley (20.843) denominada “La Ley de Padrinazgo Presidencial”, que establece que el matrimonio que de a luz al séptimo hijo o hija de una prole del mismo sexo (deben ser siete hijos varones o siete hijas mujeres), pueden optar por el padrinazgo “moral” del Presidente de la Nación. El presidente de la Nación otorgará, una medalla de oro recordatoria, un diploma y una beca de estudios de carácter asistencial destinada al ahijado para contribuir en su alimentación y educación.

Esta ley proviene del mito del Hombre lobo que en Argentina fue llamado el mito del “Lobizón”. En la Rusia de los zares existía el mito de que el séptimo hijo de una familia de 7 hijos varones, sería un hombre lobo. Así como también la séptima hija proveniente de una familia de 7 hijas mujeres seria una Vid'ma (bruja). Desde la época de Catalina La Grande, se otorgaba el padrinazgo imperial que brindaba mágica protección y un premio de reconocimiento a los niños.

El mito llegó a Argentina junto con los inmigrantes provenientes de Rusia. En 1907 nace la tradición del padrinazgo presidencial cuando Enrique Brost y Apolonia Holmann, una pareja alemana que había estado radicada en Rusia, dan a luz a su séptimo hijo varón, José Brost, el 8 de octubre de 1907 en Coronel Pringles. La pareja le pide, mediante una carta, al entonces al presidente de la República José Figueroa Alcorta que apadrinara a su hijo, estableciéndose así la tradición que se encargaría de romper el hechizo.

La costumbre se convirtió en ley en 1973 durante la presidencia de Juan Domingo Perón. El decreto reglamentario también extendió el beneficio a la séptima hija mujer, que había quedado por fuera de la tradición.
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