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20-03-2011 |
UN RECITAL NUNCA VISTO |
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Por el montaje y la producción el show resultó único. La demora de Dread Mar - I fue lo que provocó las quejas de la gente. |
La presentación de Dread Mar –I en el estadio Juan Manuel Sasso fue tan imponente como se había anunciado. El montaje que tuvo el espectáculo no tiene antecedentes en nuestra ciudad.
Todo lo que se programó para el recital funcionó a la perfección: los controles de acceso al público, la ubicación de la gente en el campo, el escenario de dimensiones similares a la de los grandes espectáculos nacionales y la televisación por circuito cerrado. En el plano organizativo hay que decir que no hubo grietas, en cuanto a lo que se había dispuesto para el público y las bandas. No hubo ningún episodio que atentó contra la tranquilidad de la gente que fue a disfrutar del espectáculo, ni fuera ni dentro del estadio.
Lo que escapó a los organizadores fue la impuntualidad de Dread Mar – I, que había sido anunciado para las 19 en un principio, después se dijo que se había producido un corrimiento en el horario y que para que la cantina de los clubes trabaje iba a estar a las 20:30, lo que terminó siendo 21:30. El retrazo que tuvo Mariano Castro desconcertó a los organizadores y generó más de un reclamo del público que perdió la paciencia cuando todo se demoró más de la cuenta.
Una vez que Dread Mar –I estuvo en el escenario todo cambió. Inclusive aquellos que habían sentido frío en la espera, empezaron a ponerse en movimiento y a cantar junto a Castro los temas de su último trabajo “Amor –es”.
En la previa, el show comenzó con la actuación de las bandas albertinas “Kukutaringa”, “Amalaya” y “Qué pretende usted de mí”. Como se había estipulado cada formación cantó seis temas y después llegó el turno de los teloneros: ““La Vieja y renovada Reggae Band” de Chacabuco, que prolongó su presentación por la demora del número central.
En cuanto a la asistencia del público, los organizadores habían mencionado que se vendieron unas 2.000 entradas anticipada; unas 200 se compraron en el acceso al estadio, según datos que se recopilaron en el puesto de venta. La concurrencia no fue la que se preveía ya que estimaban vender unas 3.000 o en su defecto alrededor de 2.700.
El lema de convocatoria fue “Todos unidos por Alberti” ya que lo que se buscaba era recaudar fondos para el Hospital Municipal y los clubes la Candela, San Lorenzo, Juventud Unida y Yugny. Fueron los miembros de las comisiones de las instituciones los que trabajaron en los distintos lugares de acceso, en el sector vip y de prensa, como en la cantina que se habilitó. Cada persona que cumplió un rol en el espectáculo tuvo una credencial y una remera identificada con un color específico.
Pasado el recital se conocerán los números que demandaron el montaje y la producción y la recaudación que le quedó a las instituciones que participaron en la organización. De ahí que hay que analizar cuánto de valor artístico tuvo para Alberti tener un show nunca visto y cuánto de valor económico tuvo para las entidades intermedias. |
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