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| 04-10-2014 |
| ULTIMAS HORAS DE UN DÍA AGITADO |
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La historia del payaso misterioso generó amplia repercusión. Especulaciones, cierta tensión, hasta que llegó la lluvia. |
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Cuando dos móviles de televisión, de Telefé y Canal 13, se encontraban trabajando en el barrio Cavagnaro registrando testimonios de los vecinos y muchos curiosos se encontraban merodeando el lugar. Llegó un aviso, y la caravana se trasladó hacia otro sector porque llegó una información sobre la caída que sufrió un menor de edad cuando circulaba en su moto ante supuesta sorpresiva aparición del payaso misterioso.
El nene de 10 años fue trasladado en ambulancia al Hospital donde se estableció que no había sufrido lesiones, sólo fue el susto que expresó ante quienes lo atendieron por haberse topado por el misterioso personaje.
Esta circunstancia significó que los móviles se establecieran en el lugar conocido como la tapera de Chapela, se juntaron más vecinos, algunos que reclamaban por el estado de los terrenos con malezas y mucha vegetación. Otros gritaban ante las cámaras pidiendo Justicia, hasta hubo quien dijo que hace muchos años en ese lugar había alguien que hacía magia negra.
Comenzaron las especulaciones respecto de la posibilidad de que el misterioso personaje podía estar en un sótano de la casa abandonada o en el conducto de desagüe que está a muy pocos metros de donde todos aguardaban a la espera de que asomara el escurridizo payaso.
Siguieron buscando al “Payaso asustador”, por un lado la gente y los medios y por el otro la Policía. Hubo un gran despliegue policial con personal de servicio y quienes llegaron con ropa de civil.
El misterioso personaje no apareció. El nene fue dado de alta y la tensión fue bajando los decibeles hasta que la lluvia que apareció minutos antes de las 22 trajo la calma. Una tranquilidad que era necesaria después de un día muy agitado en el que Alberti estuvo en el centro de la escena nacional con la historia del misterioso payaso.
Cuando faltaban pocos minutos para finalizar el día, una fuente policial sostuvo que en función del accidente que había sufrido el menor al caerse con su moto tenían testimonios de personas que lo habían visto justo en ese momento y que aseguraban que no apareció el payaso asustador.
Una línea muy delgada ubica a esta historia entre la realidad o el mito urbano. La historia generó conmoción y fue muy rendidora para los medios que hicieron la cobertura. Hoy Alberti recuperó la calma, la lluvia enfrió el clima y el misterioso payaso sigue siendo el tema de conversación de cada una de las personas que viven en nuestra ciudad.
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