Cerrar

30-11-2014
EMIR SCATURRO: “En 27 años de servicio nunca pedí licencia”
El segundo jefe en vez de solicitar el pase a reserva, elige seguir perteneciendo al Cuerpo Activo. Cree que le puede seguir aportando a la institución a través de su capacitación.
Es el Bombero en actividad con más años de servicio. Llegó a los 25 años, el tiempo en que se podía jubilar, y siguió. Lleva 27 en el Cuartel de Bomberos y su intención es continuar cumpliendo funciones en el Cuerpo Activo. “Creo que todavía tengo hilo en el carretel, lo que pasa que entré de muy chico, lo hice cuando tenía 16 años. Hoy tengo 44 años de edad, estoy bien físicamente y en un momento muy positivo por sentirme en condiciones de seguir aportando cosas desde el lugar de la experiencia. Si bien nunca se deja de aprender, creo tener la experiencia para enseñar lo que yo aprendí. Pasé por distintas etapas no sólo en las emergencias sino dentro del cuartel en lo que respecta a la vida institucional”.

Fuiste desde aspirante hasta jefe del Cuerpo Activo. Cuando ingresaste pensabas que Bomberos podía ser lo que es hoy.

-Y…uno sueña. No creo que en esta situación. Pero sí aspiraba a un Cuartel mejor que el que había cuando entré. En los comienzos míos entre tres compartíamos un par de botas, un overol y un casco. El sueño inmediato era que el próximo servicio tenga su equipo. Pero bueno, eran otras épocas. Se trabajaba todo al pulmón, y aspiraba a tener un overol propio para salir a los servicios.

¿Con los años fuiste ganando en seguridad para actuar sabiendo que estas en condiciones de resolver cualquier situación que se te presente?

- No es sólo el tiempo, la tranquilidad en el trabajo te la da la capacitación. El tiempo te aporta experiencia para saber aprovechar mejor lo que aprendiste.

¿Qué pasa con los imponderables?

-Hay situaciones que se pueden prever, que se puede hacer una lectura de lo que puede llegar a pasar. Insisto en que la capacitación te posibilita evaluar distintas etapas de una situación en las que sabés que puede llegar a ocurrir y tal o cual cosa. Los imponderables siempre aparecen, la capacitación se anticipa a lo que puede ocurrir en base a la situación que se está vivenciando.

Los factores externos son condicionantes. ¿Cuánto influye como factor externo el comportamiento de aquella persona que merodea el lugar del siniestro o que quiere ayudar?

-El tema es tener la habilidad de manejar las situaciones que se nos van presentando. Tratamos de no dejarnos influenciar por el medio, por el público, pero bueno es… No es del todo bueno abstraerse porque teniendo una visión del medio donde estamos trabajamos también te ayuda a resolver los imponderables. Es una visión general que hay que tener del medio, del escenario, donde estamos trabajando.

¿Cuánto influyen las circunstancias personales en la labor del Bombero?

-Muchísimo, muchísimo, creo que nadie puede abstraerse de su situación poniéndose un uniforme para ir a trabajar a un incendio. Decir que suena la sirena y nos transformamos, creo que no es tan así. No te podés abstraer de lo que te está pasando, de los problemas, de lo que te sucede en la casa, por el sólo hecho de ir a un servicio.

También es otro factor influyente que puede ocurrir que la víctima sea alguien cercano o conocido.

-En nuestro medio sí, acá nos conocemos todos. Me pasó en un accidente que tuve que rescatar a un chiquito de pocos meses teniendo a una de mis hijas de la misma edad. Cómo te abstraes, es imposible. En ese momento uno trata de sobrellevar la situación, hace lo mejor que puede, pero el garrotazo viene después. Yo creo que en Bomberos está todo medianamente bien hasta que uno es padre porque tomás mayores riesgos cuando sabés que estás sólo, porque sos vos. Pero cuando atrás tenés una familia, actuás de otra manera.

¿Se pierde la adrenalina con los años?

-No, no, yo siento lo mismo que el primer día. Por ahí más relajado porque uno está acostumbrado a determinadas situaciones. Pero la adrenalina de cuando suena la sirena es exactamente la misma.

¿Podés descansar después de un servicio donde hay situaciones muy crudas?

-Sí, yo sí, puede suceder que al otro día se produzca el bajón cuando por nos lamentamos la situación. No me afecta, puede descansar. Pero tengo presente algunas situaciones que resultaron muy fuertes. Por ahí es porque nosotros no hemos tenido algún episodio desgarrado como para recibir algún tipo de asistencia, como sucedió con cuarteles de la zona que han recibido apoyo de un psicólogo. Eso involucra a cada uno.

¿Cuándo te diste cuenta que tus compañeros te preguntaban a vos porque les inspirabas confianza?

-Al poco tiempo que entré, yo llegué con 16 años y a los 7 meses daba instrucciones de primeros auxilios. Estaba en la escuela secundaria.

Tenés a tu hija en la Escuela de cadetes. ¿En la mesa familiar se habla de Bomberos?

-No, no, ni con mi hija ahora, ni con mis padres, ni con mi tío. En la casa se habla, pero no es un tema corriente, habitual. Nunca me gustó que me preguntaran detalles de los servicios, ni en mi casa ni en la calle. Mi tío tampoco lo hacía.

¿Tenés alguna aspiración más en Bomberos?

-Mientras siga en actividad no, puede ser seguir haciendo las capacitaciones. Cuando deje el Cuerpo Activo me gustaría integrar el Consejo Directivo como una manera de seguir estando en cuartel. No me bancaría pedir el pase a reserva y no volver más al cuartel. No pedí nunca licencia.

¿27 años sin licencia?

-Exacto, nunca pedí licencia.

¿No te vas en lo inmediato?

-No, no, creo que puedo seguir aportando un montón de cosas. El haber sido jefe en su momento y al año y medio haber presentado la renuncia, eso me sirvió para tener otra visión del manejo del personal, del Cuerpo.

¿Ser jefe o dejar de serlo?

-Dejar de serlo.

¿Volverías a ser jefe?

-Nunca me lo pregunté, tendría que analizarlo. Creo que en su momento fue una buena experiencia, pero también la mejor decisión que tomé fue renunciar. Esta etapa como segundo jefe fue muy enriquecedora, pude ver las cosas de otra manera
Buscar:
Aumentar / Reducir Fuente
Imprimir
Enviar a un amigo