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22-12-2014 |
RODOLFO RIVARA: EL PRESIDENTE DEL CINCUENTENARIO |
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Por la celebración de los 50 años de la Cámara de Comercio continuó por otro período como presidente. Su idea es retirarse de la conducción no de la comisión. Fue el presidente que debió actuar en el conflicto entre el sector rural y el campo que afe |
Al actual presidente de la Cámara de Comercio le toma algunas segundos responder sobre si es el tercer o el cuarto mandato que cumple como titular de la comisión directiva. Es el cuarto mandato tras haber accedido a la presidencia en 2005 reemplazando a Roberto Tosello. Como los períodos de gestión duran dos años, está concluyendo el cuarto y el último, según sus palabras.
¿Qué representa conducir los destinos de la Cámara en los 50 años de su creación?
-Le he tomado un cariño muy grande a la Cámara. Cuando finalizó mi anterior mandato me quería retirar porque no tenía las fuerzas del principio y quería que gente con más fuerza o más joven conduzca la comisión, me quedé en el cuarto mandato exclusivamente por este cincuentenario. Me idea es retirarme de la presidencia.
¿Se está trabajando en la transición?
-Hay que empezar a buscar gente porque hoy no hay un compromiso del ciudadano para ser parte de las comisiones. En los clubes ocurre otra cosa, porque ahí está involucrada la familia y hay otro tipo de beneficios, por eso se puede dar otra convocatoria. En la Cámara normalmente no tenemos una gran convocatoria.
¿Qué aprendiste en la Cámara?
-A trabajar por el otro. Me tocó la época de la Resolución 125 que fue un momento bastante difícil. Ahí chocaba un poco mi figura como presidente de la Cámara y mi actividad privada. Por un lado tenía que defender al comercio ya que no llegaban los alimentos básicos y por el otro defender a mi negocio. Aprendí a ponerme en el papel de presidente de la Cámara, diferenciando el rol que estaba cumpliendo de un lado y del otro. Y eso me llevó a ponerme la camiseta de la Cámara en un montón de situaciones. También logramos hacer muchos contactos con los representantes de las más de 30 cámaras que forman el nucleamiento de la provincia de Buenos Aires. Hay que entender que la Cámara hace política gremial, no es la misma que se hace a nivel estatal pero cuando salís a defender a un comerciante es una forma de hacer política.
¿Es difícil manejar el conflicto de intereses de los sectores que confluyen en la Cámara?
-Obviamente que hay muchas diferencias, entre cerealistas, comercios minoristas e industrias. Nosotros somos Cámara de Comercio e Industria. La Industria no tuvo un papel preponderante dentro de la Cámara, recién cuando se integraron Martiarena y Cairatti se empezó a hablar del parque Industrial. Normalmente son diferentes intereses.
¿Cómo te definirías como presidente?
-A veces me han dicho en la comisión que yo era un tibio, porque entiendo que la forma de llevar a cabo la política es sentándose y hablando. No creo que haya otra forma de resolver las cosas. Nunca fui al choque con nadie, me parece que así no se consigue nada. Por eso siempre intenté negociar y tratar de llegar a alguna solución o entendimiento.
¿Por qué el comerciante no participa en la Cámara?
-La verdad es que no le encuentro respuesta. Muchas veces me enojé porque los comerciantes tuvieron problemáticas que no nos llegaron, no se acercaron a la Cámara a contar que tenían determinada situación siendo socios de la Cámara. Despotricar en un medio de comunicación porque la Cámara no acompaña o defiende, es no reconocer que como institución tenemos más fuerza que el comerciante en forma individual. Seguimos buscando razones de por qué no se acercan a la Cámara, tal vez se cansaron o no saben que la Cámara está para atender sus problemas. Quizá han ido con alguna otra problemática y no tuvieron respuesta, por lo que no fueron nunca más. Se tendrían que acercar.
Los vaivenes del sellado hicieron que la Cámara se transformara en una institución de servicios que no sólo beneficia a sus socios sino a la comunidad.
-La Cámara siempre tuvo como ingreso fuerte el sellado, hoy estamos brindando un servicio de cobranzas que da pérdida. Lo hacemos nada más por un bienestar social, para que la gente pueda pagar ahí. Pero hoy perdemos plata con el servicio de cobranzas, ya que deja muy poca comisión y actualmente tenemos dos empleadas dedicadas exclusivamente a hacer esa tarea. Con lo que ganamos en ese servicio no alcanzamos a pagar los sueldos de las empleadas. Lo seguimos manteniendo para darles un beneficio a los ciudadanos. A su vez estamos con el sellado y el alquiler del salón.
¿La idea es ampliar el salón?
-Cuando la Cámara empezó a vender las cartas de porte de cereales se generaron muy buenos ingresos y ahí se empezó a trabajar en el proyecto de ampliar el salón para tener dos separados o uno unificado. Fueron adquiridos las chapas y los perfiles y se hizo la apertura en la parte trasera para continuar con el nuevo salón. Pero a los seis meses de haber comenzado a generar las cartas de porte, por una resolución del Estado Nacional surgió que se pueden obtener por Internet y son gratuitas. Se nos cayó una de las fuentes de mayor ingreso y el proyecto del salón quedó trunco, hoy no tenemos los fondos para hacer esa obra.
¿Qué prioridad hay en la comisión?
-Lo primordial es mantener la Cámara, hay dos alternativas: sumar más socios o aumentar la cuota social porque es más barata que un club deportivo. Una cuota de una institución intermedia gremial tendría que tener un valor dos o tres veces mayor que un club deportivo. La verdad es que no la podemos llevar a un valor mayor porque no sentimos que le estamos dando servicios al comerciante. El comerciante tendría que estar orgulloso de pagar entre 30 o 40 pesos, hoy pagan a regañadientes 8. Si la subo se me borran más de la mitad. Por eso el objetivo primordial es darle más beneficios al socio así le cobramos por lo que le damos. Pero al no tener fondos no se le pueden brindar soluciones al asociado. Es como un círculo vicioso.
¿Es importante el actual ingreso por sellado?
-No, porque hubo otras resoluciones que mermaron el ingreso del sellado. Por eso les dimos la oportunidad a los tres empleados que en su momento tuvimos en la Cámara a encontrar otra fuente laboral, uno de ellos la consiguió y se fue. Así y todo, con dos empleadas seguimos llegando justo para cubrir los gastos.
¿En el futuro vas a seguir ligado a la Cámara?
-Totalmente, no conduciendo pero apoyando desde otro ámbito. Me gustó mucho integrar el nucleamiento de cámaras porque estás en contacto con gente de otras ciudades que tienen las mimas problemáticas que las nuestras. Algunas están tan mal como la Cámara de Comercio de Alberti. De todos se aprende algo y a partir de ahí intentamos mejorar.
¿Cómo llegaste a la Cámara?
- Me vino a buscar quien fue mi padrino: Roberto Tosello. El empezó a buscar sangre joven y me vino a ver, yo ya había rechazado otras comisiones como Bomberos y la Escuela Agraria, pero la Cámara me interesó y más viniendo de la mano de Roberto Tosello. Acepté integrar la comisión como vocal y cuando Roberto terminó su mandato me propuso que sea presidente. Y ahí empezamos.
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