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19-01-2015
JAVIER FISCELA: “El Bombero es un profesional sin título”
Dejó el cuerpo activo de Bomberos por una promesa que le hizo a su familia. Sigue ligado a la institución con la Escuela de Cadetes, siendo el instructor de los chicos que quieren ser Bomberos.
“La relación que tengo en Bomberos está marcada por la dirección en la Escuela de Cadetes, estamos en el tercer año. En 2015 tenemos 5 chicos que van a cumplir 18 años y tienen la posibilidad de rendir el examen de ingreso para incorporarse a las filas del Cuerpo Activo. Mi compromiso con la Escuela es hasta que termine el último cadete, cuando cumpla 18 años”.

¿Por qué decidiste aceptar la Escuela de Cadetes?

-Siempre me gustó dar instrucciones, desde el momento en que nosotros hicimos las categorías para ir ascendiendo en jerarquías. A medida que íbamos instruyendo al personal me entusiasmé. Fue también por un pedido del jefe Juan Cruz Duhalde, que consideró la cantidad de años que tenía en Bomberos y los lugares que venía ocupando en el orden interno. Hubo un pedido de hijos y nietos de Bomberos para sumarse al cuartel, por eso organizamos la Escuela de Cadetes.

¿Ya estás retirado del servicio activo?

-Empecé con la Escuela siendo Bombero, y en estos momentos dejé de estar en actividad al cumplir 25 años. Me retiré del Cuerpo Activo, me pasaron a reserva. Ahora sigo con la Escuela de Cadetes.

¿La decisión de retirarte fue tuya o te la plantearon?

-Hace unos años le había hecho una promesa a mi familia que cuando cumplía 25 años me retiraba. Por ellos lo hice, son los que quedan en casa, los que sufren, son a los que les faltás a un cumpleaños, a un asado, los que sienten tu ausencia. Le había hecho la promesa a mi señora de retirarme cumpliendo mi ciclo. Hoy trato de suplir el tiempo que no estuve con ellos.

¿Llegando a los 25 años se cumple un ciclo?

-Es difícil decirlo, lo mío fue por una promesa. Llegás a ese momento con la mayoría de los compañeros que no son los mismos con lo que comenzaste, se jubilaron, se retiraron. Van entrando chicos jóvenes, con otra mentalidad. Si bien Bomberos es un grupo, la diferencia de edad se nota. No es el mismo trato. Te vas dando cuenta que vas cumpliendo un ciclo. Lo mismo cuando suena la sirena a la madrugada, un chico de 20 años te llega al cuartel en pijamas, y uno con 45 años se tiene que abrigar bien para salir.

¿Te costó el último tiempo cuando sonaba la sirena?

-No, no, no, para nada. Me está costando ahora no ir. Me cuesta escuchar la sirena y saber que no me puedo subir a la autobomba. Me cuesta un montón.

¿Llamás por teléfono?

-Llamo y muchas veces voy. Salvo el primer toque de sirena después de haberme retirado que fue a la medianoche, cuando quise levantarme mi señora me pegó el grito: ¿a dónde vas? Me cuesta mucho no ir.

¿Qué te dejó ser Bombero durante 25 años?

- A mí me gusta el trabajo diario, las reuniones, el grupo humano. Hay diferencias, y más de una discusión. Pero es un gran grupo, en él vamos aprendiendo y nos vamos formando en la vida. Siempre dije que el Bombero es un profesional sin título. Porque se perfecciona en la faz profesional y humana. Es lo que trato de inculcarles a los chicos que tengo a mi cargo, que se capaciten y sean buenas personas.

¿A quién tenés necesidad de nombrar por tu carrera?

-Sería injusto porque son muchos, inclusive uno se acuerda de los que son más contemporáneos pero corro el riesgo de omitir a otros. Si quiero señalar a mi tío Carlos Fiscela, de la mano de él yo entré y soy un eterno agradecido. Mario Médici, Emir Scaturro, pertenecen a mi generación. Reconozco la carrera que son juventud hizo Juan Cruz Duhalde, también quiero resaltar a los chicos jóvenes que en los últimos tiempos,e sabiendo que me faltaba poco para retirarme, se arrimaron a mí, me decían que me iban a extrañar. En cierta manera fui su referente, como me pasó a mí cuando entré.

¿Cómo es enseñarle a tu hija a ser Bombera?

-Lo primero que le pedí a mi hija que en el cuartel me viera como Javier Fiscela, el ayudante de primera y no el papá. Bomberos tiene una estructura y así soy yo, ella lo entendió y supo como conducirse. Ella va a ser una buena Bombera, le gusta mucho. Para mí va a ser un gran orgullo.

Cuando se incorpore al Cuerpo Activo va a ser algo muy significativo….

-Si bien ya viví algo importante con la jura como cadete, me faltan 8 meses para que sea Bombera y ese momento va a ser muy especial.

¿Se rompe algo al dejar el cuerpo?

-Uno es Bombero toda la vida, el cuartel es la segunda casa, después de que pasé a reserva fui más veces que cuando estaba en servicio. Al dejar se rompe algo, porque uno lo lleva adentro, lo siente y le gusta de alma. El día que me retiré fue el día que peor me sentí, en el momento en que dejé de estar en la reunión de los días miércoles perdí algo. Pero lo asimilé y lo voy tratando de llevar de mejor manera.
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