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26-03-2015 |
GAITÁN SPÓSITO: DE ITALIA CON EL OFICIO DE ZAPATERO |
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Llegó a nuestro país sabiendo el oficio con el que se ganó la vida. Un inmigrante que dice que haber venido a Argentina fue como llegar al cielo de la tierra. |
“En este momento estoy jubilado. Hoy tengo 75 años y empecé a los 6 años como zapatero. Mi papá tenía ese oficio, tal es así que con 15 años sabía trabajar como una persona mayor”.
¿Trabajó toda su vida de zapatero?
- Siempre, primero ayudando a mi papá en Italia y después en Argentina.
¿Por qué su familia se radicó en Alberti?
-En aquella época llamaban a la gente para trabajar, algunos venían a sembrar la tierra y otros con los oficios. A mi papá lo llamó un amigo, que le contó cómo era este lugar. Nosotros después de la guerra tuvimos muchos problemas y no había tanto porvenir como en Argentina.
¿Quiénes vinieron?
-Primero mi papá, y a los 7 meses pidió un crédito en el Banco Provincia para traernos a mí, a mi hermano y a un tío que se quedó en Suipacha. Ese tío se llamaba Fioravanti como el relator. El en Suipacha y a mi papá lo trajo un amigo a Alberti.
¿Cuándo vino su mamá?
-Cuando vinimos nosotros ayudamos a mi papá a juntar más dinero para que pueda venir mi mamá y tres hermanas más. Vinimos por etapas, en diferentes barcos.
¿Cuántos años tenía cuando vino a Argentina?
-13 años, y ya sabía el oficio porque en Europa se acostumbra que además de ir a la Escuela se tiene que aprender un oficio.
¿Su abuelo era zapatero?
-No, era cazador de lobos (risas). Cuantas más pieles de lobo reunía le daban un premio. Estábamos en Calabria, provincia de Cosenza. Mi abuelo era operario en una fábrica y en los tiempos libres se dedicaba a casar para ganar más dinero. Resulta que un día fue a cazar y le agarró una tormenta de nieve, cuando regresó tenía mucha tos. En aquel momento le pedían al farmacéutico los remedios porque el pueblo era muy pequeño y no había doctor, el farmacéutico se equivocó y murió muy joven, a los 24 años. Como mi papá se quedó con mi tío, aprendió el oficio de zapatero.
¿Cómo fue dejar Italia?
-Nadie nos preguntó si queríamos venir, mi papá llegó buscando nuevos horizontes y nos trajo. Cuando nos despedimos antes de subir al barco me quedé en silencio, no hablé hasta que estuve en altamar. Tardamos 21 días en llegar, veníamos en tercera clase. Era un barco de carga y de pasajeros. Venía mucha gente, hasta misa hacían en el barco.
¿Qué pasó cuando llegó a Argentina?
-Nos estaba esperando mi papá con todos los paisanos. Ellos nos habían venido a recibir. Ahí por primera vez me dieron un mate, casi me lo como (risas). Para mí todo cambió, fue como ir de la tierra al cielo. En mi pueblo no había nada, ni médico teníamos. Nunca había viajado, y esa vez lo hice en barco, tren. Cambió todo para mí, hasta el paisaje.
¿Cuánto tardó en completarse la familia en Alberti?
-Mi mamá con mis hermanas vino a los 6 meses. Tuvimos que trabajar duro para reunir el dinero. También vino mi abuela porque ella había quedado sola y tenía muchos problemas después de la guerra. La tengo enterrada en el cementerio de Alberti, al igual que mi mamá que murió a los 44 años. Ella vivió 4 años desde que llegó a Alberti, por eso mi abuela cumplió el rol de abuela y madre.
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