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08-07-2015
LOS ROBOS DEL FIN DE SEMANA
La Policía trabajó sobre la pista de un automóvil. Esa investigación no condujo a nada. El robo en kiosco puede esclarecerse.
La investigación de los hechos delictivos cometidos el fin de semana tiene dos aristas bien diferenciadas. Una de ellas indica que el robo cometido el Kiosco Candy el sábado a la madrugada tiene muchas posibilidades de esclarecerse porque lo actuado viene dando resultados positivos.

En cambio, la contracara son los tres hurtos que se cometieron en las viviendas. Hasta ayer la Policía siguió la pista de Renault Clío color blanco que se lo vio estacionado en la zona donde se produjo uno de los hechos. Esa pista fue desestimada considerando que dieron con el automóvil y no se asocia a lo sucedido.

Esto representa para los investigadores un volver a empezar, siendo que no hay declaraciones de testigos que puedan aportar algo, lo que resulta llamativo considerando que los hechos se cometieron en plena luz del día. Las dos variantes del robo son posibles: que lo cometió un autor/es que vive en este medio o bien fue perpetrado por una persona/s de otra ciudad.

El fin de semana se produjeron cuatro hechos delictivos en la zona céntrica de la ciudad. El robo se produjo entre la noche del viernes y la madrugada del sábado, rompieron el vidrio de la puerta del frente de Kiosco Candy ubicado en la calle 10 de Junio, entre Rivadavia y Víctor Albizzatti. Por lo que señala la Policía se robaron del kiosco golosinas y paquetes de cigarrillos.

Los otros hechos se cometieron entre las 11 y las 17 del domingo, en plena luz del día. Uno de los hurtos se produjo en la casa ubicada en la calle Miguel Foz al 76 donde vive Luis Pagoto. Allí se valieron de que el propietario no se encontraba en la vivienda para llevarse dinero (una suma aproximada a los 15.000 pesos).

De la misma manera hubo otro hurto en una casa ubicada en la esquina de avenida Libertador General San Martín y Perú. En esa casa propiedad de la familia Frascino también hurtaron una suma de dinero que sería de 3.000 pesos y un teléfono que no funciona. También se valieron de la ausencia de los moradores para ingresar a la casa.

El otro hurto se cometió en la calle Hipólito Yrigoyen 217, entre Dorrego y 9 de Julio. De la casa de Juan Carlos Molea también se llevaron dinero (una suma que sería de 15.000), valiéndose también de la ausencia del matrimonio que vive en ese lugar para cometer el ilícito.
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