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| 03-06-2016 |
| KLEIN CONTÓ OTRO CUENTO EN EL DÍA DEL BOMBERO |
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Habló de la locura que significa ser parte de Bomberos Voluntarios. Les pidió a los ciudadanos que se involucren con la institución. |
El presidente de Bomberos Voluntarios, Horacio Klein, entiende que la mejor manera de expresarse en cada acto del Día del Bombero es hacerlo con un cuento. Y este 2 de Junio no fue la excepción.
Klein contó la historia de una mujer que decidió construir un faro en medio del desierto, lo que primero generó el escepticismo en los demás, con el tiempo se le acercaron para saber qué intenciones tenía y ella respondió que era para iluminar a su pueblo. El faro en una noche cerrada ayudó a una caravana a encontrar el pueblo, lo que evitó que esas personas murieran el desierto. Entre los viajeros había un viejo jeque que pidió conocer a la mujer que construyó el faro. Cuando la tuvo frente a él le dijo: los locos abren los caminos que más tarde recorren los sabios, las locuras que más se lamentan en la vida de un hombre son las que no se cometieron cuando se tuvo la oportunidad.
El remate del cuento le sirvió al presidente para preguntarles a los Bomberos si en el año 2016 estaban dispuestos a estar un poco más locos, a ir por más sueños. Luego recordó al fundador del primer cuartel de Bomberos en la Boca, un loco en el desierto.
Luego fue el turno de hablar de la locura que significa ser parte de Bomberos Voluntarios y de la posibilidad de contagiarla a más gente. “Por eso les voy a pedir como ciudadanos que se involucren aún más en la institución, que se hagan socios, que nos pidan una rendición de cuentas, que vengan a las asambleas, que pregunten”.
Al Cuerpo Activo le pidió que “sea celoso de los logros alcanzados, todos fueron con sacrificios y todos merecen ser valorados”.
“Es hora de honrar a quienes crearon esta institución, es hora de involucrarse aún más de lo que estaban, es hora de rendir cuentas, y de pedir que nuestros estratos superiores también lo hagan”, remarcó Klein.
Y concluyó de esta manera: “Somos un grupo de locos, muchas veces navegamos en contra de la corriente persiguiendo sueños, no permitamos lastres en nuestras embarcaciones, dejémoslos caer al fondo, que es el lugar donde deberían estar. Sin lastres, la posibilidad de contagiar a más gente será mayor y cada vez tendremos más que vayan en el mismo rumbo. Les pido a todos que se contagien, de esta locura que se llama Bomberos Voluntarios”.
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