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10-06-2016
EL ALBERTINO JUBILADO QUE ABRIÓ EL CAMINO A LA SUBA DE HABERES
Alberto Elliff dice sentirse gratificado por lo que representa su apellido; logró un fallo que se convirtió en referencia. Reproducimos la nota que publicó el diario La Nación.
Hace décadas, en el edificio ubicado en Lavalle 1268, en la zona porteña de Tribunales, funcionaban oficinas de la Dirección General Impositiva (DGI). Allí le tocó hacer su trabajo durante un tiempo a Alberto Elliff, un abogado que había obtenido un cargo por concurso durante la presidencia de Arturo Illia. Elliff recuerda eso en una charla con LA NACION, para marcar una curiosidad: en ese edificio, hoy del Poder Judicial, funciona el fuero de la Seguridad Social. Es donde se acumulan los miles y miles de pesados expedientes de juicios que hacen los jubilados para reclamarle al Estado que pague los haberes como corresponde. Rarezas de la historia: en muchas de esas causas se pide la aplicación de lo que dijo la Corte Suprema de Justicia en "el caso Elliff".

Alberto Elliff, nacido en la localidad bonaerense de Alberti hace 77 años, es el jubilado cuyo juicio marcó un camino en las demandas referidas al recálculo del haber inicial, es decir, del primer ingreso que cobra quien se jubila. La sentencia que dictaron los jueces supremos en 2009 es una de las que se toma como referencia en el proyecto del Gobierno. La iniciativa oficial busca promover acuerdos entre el Estado y los jubilados que acepten cobrar sus haberes recalculados (y los retroactivos, en caso de haber hecho un juicio) siguiendo los lineamientos del fallo, aunque con criterios fijados por la propia ley (lo cual hace diferir los números respecto de los que surgirían de las sentencias).

"Yo era apoderado de la AFIP en el área de legales", relata el abogado, cuyo apellido se convirtió en los últimos años en sinónimo de lo que los jubilados tienen derecho a reclamar. Él dice que eso le da gratificación, pero enseguida agrega que, así como salió resuelto su reclamo en primer lugar, podría haber sido otro el que se volviera el leading case. Pero fue el de él.


El juicio comenzó un tiempo después del momento de su jubilación (en 2004). Y lo dispuesto por los jueces fue que el haber mensual debía recalcularse aplicando un índice de actualización al valor histórico de las remuneraciones de los últimos 10 años trabajados. El promedio de esos salarios se usa dentro de la fórmula de cálculo y, por lo tanto, no hacer una debida actualización provoca que se comience la vida pasiva cobrando menos de lo que correspondería. La inflación está en el eje de esa problemática, que afectó a millones de pasivos en los últimos años.

"Las jubilaciones se desinflaban", responde Elliff sobre el motivo que lo llevó al reclamo, en el que él fue su propio abogado. El fallo también lo benefició con la aplicación de un criterio que la Corte había fijado en primer lugar para otro jubilado, Adolfo Badaro. En esa causa, los jueces habían resuelto, en 2007, que los ingresos pasivos debieron haber subido entre 2002 y 2006 en un porcentaje no menor al de la evolución de un índice salarial (la causa se refirió a ese período porque fue cuando desde el Gobierno se decidió recomponer solo las jubilaciones mínimas, permitiendo que las demás se deterioraran a causa de la inflación).

"Yo obtuve la sentencia pero después de muchas vueltas -cuenta Elliff-. Los tribunales ya estaban saturados, la aprobación de la liquidación fue un lío y cuando había que cumplir la sentencia, lo de los 120 días que dispone la ley no se cumplió, como tampoco se cumple ahora". Cobró finalmente un par de años después y gracias a que se dispuso el embargo a una cuenta de la Anses (algo que ocurrió en muchos casos). Allí no terminó el reclamo: pidió después que se diera marcha atrás con el recorte que le habían hecho por el impuesto a las ganancias, y obtuvo la orden judicial para ese objetivo.

"Mi caso pasó por la Sala II [de apelaciones] donde está el doctor Luis Herrero, que es un defensor de los jubilados, y después la Corte ratificó lo que se había dicho allí", recuerda quien durante su vida laboral se dedicó a defender los intereses del Estado desde el organismo recaudador. "Nos dedicábamos al tema de las diferencias que surgen [entre contribuyentes y la AFIP] por ajustes impositivos", cuenta. Allí hay juicios que suelen demorar cuatro o cinco años. Los incumplimientos del Estado lo llevaron, finalmente, a estar del otro lado en la dinámica de los reclamos.

Ahora que se plantea un proyecto de ley para saldar las deudas con los jubilados, Elliff celebra el plan y lo ve como una buena solución, pero dice que cada uno tendrá que ver su situación para decidir qué hacer. Afirma que "quienes tenemos más de 65 años queremos la solución ahora" y no tener que esperar 10 años o más, pero también analiza que habrá que estar atento a cómo es el plan.

Nacido en el campo "sin médico, como las ovejitas" y recibido en la UBA, Elliff bromea con el efecto que le causó leer varias veces su apellido en los diarios: "Salí para mis nietos", dice sonriente, mientras muestra los recortes de los artículos que guarda.

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