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20-08-2016 |
EL AMANSADOR DE CABALLOS EN EQUINOTERAPIA |
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Un especialista de Los Toldos que realiza la doma natural está colaborando con la Escuela de Alberti. |
Alejandro Ogando lleva varias semanas colaborando con la Escuela de Equinoterapia. Está trabajando con los caballos que se sumaron en los últimos días y a su vez instruye al médico veterinario Gustavo Giaccone para que haga el adiestramiento. Sobre la tarea que realiza con los caballos, Ogando contó: “Hago doma natural, está encuadrado dentro de ciertos conceptos. La actividad mía está basada en etología equina, en principios básicos de acercamiento, manejo, cómo se mueve un caballo en la manada, esos elementos se usan para hacer lo que algunos llaman doma india – porque fue primitiva en América -, otros doma natural, otros amanse”.
¿Qué no hacés?
-Lo que se hacía tradicionalmente, palenquear un caballo o un potro, tirarlo de la boca, estaquearlo para que gire. Yo le enseño al caballo a través del adiestramiento, a parar, a hacer los distintos movimientos que yo necesito que haga. Usando una psicología equina, sin ningún tipo agresión.
¿Se forja un vínculo?
-Es uno de los pilares básicos en este tipo de doma. Teniendo como base eso podemos emprender algo juntos. Lo importante es establecer ese vínculo.
¿Cuánto te lleva con esta metodología amansarlo?
-Es más lerdo el proceso. Hay que conocerlo más al animal. Porque analizo la psicología. Cuando llega un potro observo sus movimientos, a qué le tiene miedo, cómo mueve las manos, las patas, se analiza hasta los remolinos del pelo. Hay que evaluar todo para saber el potencial de ese caballo. En una doma tradicional lleva 6 o 8 meses, esto es más lento porque es un proceso de enseñanza de todos los días. El caballo tiene la capacidad de aprender toda la vida. Eso muestra un potencial muy grande, porque se abre un panorama muy amplio respecto de lo que se puede hacer con un caballo.
¿Cómo surge la conexión con la Escuela de Equinoterapia de Alberti?
-Me llamaron para hacer un trabajo en Bragado en el Centro de Equinoterapia, y allí conocí a la gente de Alberti que me planteó la necesidad de hacer algo y accedí gustoso. De manera desinteresada y voluntaria voy a trabajar para formar caballos para la Escuela.
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