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30-03-2017
"La policía tiene que darle contención al que es objeto de un delito"
En el segmento de la entrevista que se emite por Hora de Noticias en Canal 5, el comisario inspector Daniel Benaghi habló de seguridad.
Carlos Daniel Benaghi inició su carrera como policía en el Gran Buenos Aires, en los partidos de Tigre, Merlo y La Matanza. Como oficial jefe se desempeñó en Luján y Mercedes y después como comisario en Villa Gesell y Pinamar. “Fui jefe de Policía, manejando cuatro comisarías como las de Pinamar, Ostende, Valeria del Mar y Cariló. Estoy muy contento porque me fue muy bien, incluso en la temporada recibimos la felicitación de la presidencia”.

¿De que hablamos cuando nos referimos a la seguridad de un lugar?

-El tema de seguridad es muy particular para cada ciudad. Siempre pregunto cuando hacemos las charlas si los asistentes saben cuál es el delito más grave que puede suceder. Muchos responden un homicidio, un secuestro. Yo les digo que es el que le sucede a uno. No se mide la magnitud por lo que pasó. Desde el momento que te sucede algo a vos te sentís violentado, desamparado.

Por mínimo que sea el delito que afecte a un vecino genera una sensación de desamparo…

- Exacto… Como estamos acostumbrados a vivir de acuerdo a nuestra idiosincrasia, de cierta manera, cuando se suceden ciertas anomalías, aparece indefectiblemente el interrogante respecto de qué está pasando acá. Cuando trabajaba en Merlo resulta que se producía un asalto en el almacén de la esquina y la gente ya estaba habituada porque se producían muchos hechos similares. Si en Alberti se producen dos asaltos seguidos nos prendemos fuego. Esto está relacionado con la manera de vivir de cada pueblo.

¿Somos confiados quienes vivimos en Alberti?

-Sí, si, estamos acostumbrados a vivir tan libremente que yo recuerdo desde chico que en Alberti las pocas rejas que había estaban de adorno y no por seguridad. Te puedo citar un ejemplo familiar, mi suegra tiene rejas en el patio porque le ingresan por el fondo. Acá somos confiados, seguimos dejando la bicicleta afuera, ventanas y puertas abiertas. Por eso hay que hacerle tomar conciencia al vecino, que si bien no estamos en una situación que nos desborde, hay que tomar ciertos recaudos.

En las últimas horas una mamá divulgó un audio con un hecho que le contó su hijo sobre la presencia de una persona extraña que quiso acompañarlo a la casa. ¿Eso es una demostración de compromiso buscando que no le suceda a nadie?

-Por supuesto, acá no hay secretos en materia de seguridad, hay que acercarse al vecino, es él quien va a plantear la problemática del barrio. Cuando se hablaba de que la seguridad la hacemos entre todos, esto no es un slogan, es una realidad. Nosotros no podemos salir a matar el mensajero, al contrario, necesitamos de él. Si es una falsa alarma, enhorabuena que sea. Vos sabés que el refranero popular es sabio, por eso es mejor prevenir que curar. En eso estamos totalmente de acuerdo. Lo que hizo la mamá está perfecto porque además alertó a la población.

Cuando se divulgan este tipo de situaciones se genera en Alberti una sensación como que se vienen todos a secuestrar chicos a esta ciudad. ¿Cómo se maneja esta situación?

- La función que tiene la policía es la de prevenir, no se puede dejar nada librado al azar. Porque después lloramos. Ha sucedido un montón de veces de recibir un llamado e ir al lugar y determinar que era una broma. En enhorabuena que sea una broma. Vas a hacer un poco de berrinche, vas a insultar porque te insumió tiempo, combustible y gente. Y si pasa. Qué respuesta le dimos al ciudadano. A la gente no le gusta ni ir ni llamar a la comisaría, desde el momento que el ciudadano se presenta es que no tiene otra escapatoria. Porque si va a la comisaría aunque el problema sea ínfimo, no es ínfimo para él. El que los recibe tiene que ponerse del otro lado, tiene que ponerse en el lugar del vecino. Se va a encontrar con muchas situaciones que no tienen solución, porque no hay un alcance legal, porque la justicia es lenta. Pero hay que dedicarle el tiempo y la atención que se merece. Ante un planteo de un vecino hay que actuar, mover lo resortes, prevenir. Si hay alguien sospechoso, la policía lo tiene que identificar y el que es identificado no tiene por qué sentirse mal. No se puede dejar pasar por alto, porque si pasa, después vienen los cuestionamientos, pero ya es tarde. Si no siempre vamos de atrás. Hay que ver las situaciones antes para prevenir.

¿Cómo se actúa con los menores?

-No es fácil el tema. Es dificilísimo, implica un gran compromiso, no se puede manejar solo desde la Policía, hay que trabajar con instituciones intermedias, con el servicio de protección local, con el CPA. Es muy difícil explicarle a la víctima que quien la sometió a un delito no va a ser procesado porque es inimputable. Todos abogamos por los derechos de los niños, pero la persona que es objeto de un delito no entiende que mientras está prestando declaración por el hecho que le tocó sufrir ve como por otra puerta una mamá se lleva al menor que fue el autor de ese agravio. No es fácil hacerle entender a quien es objeto de un delito.

¿La Policía está limitada para actuar ante un delito cometido por un menor?

-Sí, muy limitada. La infraestructura de la policía no está preparada para la contención. Porque a los menores no los podés esposar, no pueden estar en un calabozo. No se puede aprehender a un nene de 12 años que a lo mejor cometió un delito grave. En otras ciudades te encontrás con otra problemática mayor que es que el menor que comete un delito no tiene una familia que lo contenga, porque el papá está preso o la mamá se fue. Por eso hay que aplicar políticas a corto y largo plazo. Porque hay que preguntarse por qué este menor comete un delito.

¿Es más difícil la seguridad hoy que antes?

-Mucho más difícil, porque la sociedad está más violenta. Siempre cuento que hace 30 años yo iba a trabajar a Pacheco y me bajaba en la esquina de una escuela. Un día llego y había un enfrentamiento entre dos grupos de alumnos, yo estaba uniformado. Pegué un grito y se detuvo la pelea. Hoy se detiene la pelea para agredir al policía.

¿La policía pasa por una situación de descrédito?

-Creo que sí, uno tiene que hacer un mea culpa. Tenemos que señalar que hemos hecho un montó para que haya ese descrédito. Así como digo eso también señalo que no fue la policía, sino los señores que trabajaban de policías quienes no han actuado como correspondía y muchas veces fue la policía la que se encargó de encarcelarlos, cercenarlos, sancionarlos, según corresponda.

¿Cómo se lo trata al ciudadano? ¿Hay un distanciamiento entre la Policía y la gente?

-Nosotros hemos trabajado mucho sobre este tema. Si una persona va a la comisaría con un problema por más ínfimo que sea, lo tiene. Si a eso le sumamos un mal trato de la policía, le generamos otro problema. Por eso hay que darle contención, hay que recibirla bien, hay que escucharla, hay que atenderla bien. Muchas veces va a suceder que no le podés solucionar el problema. Pero si vos no la atendés, no le querés tomar la denuncia, la corrés. Cuando necesitás su colaboración no la vas a tener.
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