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04-06-2018
EL DISCURSO DEL PRESIDENTE DE BOMBEROS VOLUNTARIOS
En el Día de Bombero hizo reconocimientos, habló de ocuparse del otro y del desafío que tiene la institución que es lograr que sus integrantes sean mejores cada día.
En el discurso que hizo el presidente de Bomberos Voluntarios, Horacio Klein, hubo como punto de partida la entrega de plaquetas a por 50 años de servicio al Suboficial en reserva Héctor Arruvito y al Comandante Mayor en reserva José María Gandini. Los dos agasajados, por pedido de Klein, lo acompañaron mientras pronunciaba sus palabras.

En esta oportunidad, el titular del Consejo Directivo hizo referencia a una historia que se produjo en el mes de mayo de 1982, cuando dos torpedos hicieron impacto en el buque General Belgrano y se hundió en la Guerra de Malvinas.

“Esta es la historia de Carlitos, un tripulante de ese buque, que fue el primero en llegar a una de las balsas de rescate, sabiendo que solamente hay cuatro minutos para que aquellos que están en el agua, suban a la balsa y salven sus vidas. El empieza a ayudar a subir a la gente, y quien sube en cuarto turno es alguien que tenía más grado que él y por lo tanto es el que toma el mando diciendo qué se tiene que hacer.

Son veinte personas las que pueden subir, con un número mayor la línea de flotación se pierde y la balsa se va a pique. Carlitos no paraba de subir gente, hasta que su oficial le da la orden de que se había completado el número de capacidad. Las balsas no alcanzaban, había más de 1.000 tripulantes en el buque y se salvaron 700, murieron 323. Ante la orden terminal de dejar de subir gente, Carlitos vio en el agua una persona más, su jefe le dio una orden directa de dejarla, pero él desoyendo la orden y pidiéndole perdón a su madre, se arroja al agua y la rescate. Entregando la vida por el otro. Ante esta situación los demás deciden rescatar a Carlitos, y también lo suben a la balsa.

En una balsa sólo se sobrevive si se comparte la temperatura, el agua, la comida, si se comparte un sueño de sobrevivir. De las 22 personas que estaban en la balsa, cada uno se ocupaba del otro, es decir que había 21 personas ocupándose de 1. Esto me lleva a señalar que dentro del Cuerpo Activo de Bomberos hay un Carlitos, pero lo importante es que también haya 21 que se preocupen por ustedes. Imagínense si por cada uno de nosotros el resto se ocuparía y nosotros a la inversa. Cuanto mejor sería una comunidad, una sociedad, si en vez de pensar en lo individual se pensara en 21 personas más. Cuanto cambiaría si en vez de mirar para un costado tomamos la decisión de afrontar las situaciones, diciendo lo que está bien y lo que está mal. Muchas veces nos preocupamos de las cosas materiales, y nos estamos olvidando de la persona. De ese capital humano del que en los últimos tiempos me han escuchado hablar muchas veces. Es algo que me preocupa cada vez más, también a la institución. Por eso el desafío de Bomberos, sabiendo que unidades tenemos y la capacitación la estamos logrando, es trabajar en el capital humano. Para que todos seamos mejores”.
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