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03-09-2018
LA CANDELA RESCATÓ UN EMPATE ANTE VILLA TRANQUILA
Perdía por un gol en contra y el partido le resultaba poco favorable, pero con mucho carácter pudo alcanzar la igualdad.
Hay una máxima n el fútbol que señala que cuando no se puede ganar, empatar no viene nada mal. Sobre todo considerando que el partido que igualó 1 a 1 La Candela con Villa Tranquila de O´Brien fue muy incómodo para el equipo que dirige Daniel Puppo.

Villa Tranquila es de esos rivales que maneja bien la pelota, que tiene juego en equipo y capacidad individual y que cuenta con Nicolás Bevilaqua, un jugador que ordena, quita y desnivela en la mitad de la cancha.

La Candela comenzó bien en el partido, con un gran nivel de Emiliano Gil aportando criterio y capacidad de juego en el mano a mano y con Joel Fernández, que jugando entre los centrales demuestra sus cualidades técnicas para escapar a la marca y asistir a sus compañeros.

El comienzo del encuentro mostró a los dos equipos llegando con peligro, hubo varias incursiones claras donde Villa Tranquila podría haber convertido, en menor medida La Candela tuvo algunas opciones.

La definición de un partido incómodo para La Candela, se apoya en que también la caída de su arco fue producto de una desinteligencia entre el arquero y los marcadores centrales, lo que derivó en un gol en contra de José Rodríguez tras un tiro libre que fue enviado desde la izquierda del ataque del equipo visitante.

Tanto en la primera parte como en el complemento, La Candela tuvo que sortear dificultades que se fueron dando en el desarrollo. A un rival complicado, peligroso, había que sumarle algunos desajustes en la marca, poca conexión de juego en ataque y las lesiones de Gianfranco Larriba y Gabriel País.

Pero cuando más cuesta arriba parecía que tenía el partido, más sacó pecho el conjunto local. Una incursión en el área de José Rodríguez, le permitió cabecear al gol un centro de un lateral que hizo Joel Fernández (con gran capacidad de alcance), un recurso que bien saben explotar los dirigidos por Daniel Puppo.

El empate llevó al partido al terreno de la lucha, con más disputa que juego. Con muchos reclamos dirigidos hacia el árbitro Uranga que tuvo algunas decisiones desacertadas que derivaron en protestas, interrupciones y fueron desvirtuando el desarrollo del encuentro.

Parecía un partido que tenía destino de derrota para La Candela, porque Villa Tranquila había tenido las mejores opciones de gol y porque empezó en desventaja y no pudo consolidar su juego. Pero a pesar de los contratiempos, el equipo albertino nunca se entregó y si bien no pudo conseguir la victoria, rescató un empate que a la luz de lo sucedido no deja de tener valor.
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