Cerrar

05-10-2018
UN TESTIMONIO DE VIDA
Juan Manuel Geny participó de la caminata y dejó su testimonio de vida, del cambio que sufrió cuando perdió la pierna. Llegó a ser triatleta a nivel internacional. Habló de que la discriminación es producto de la ignorancia.
El 28 de septiembre de 1993, a las seis de la mañana, Juan Manuel Geny se subió a la moto de un amigo para ir de su ciudad natal Bragado a Junín, para hacerse una revisión médica. Geny, clase 1975, había salido sorteado para hacer el servicio militar obligatorio. En la última rotonda antes de llegar a la ciudad de Junín, la moto se deslizó al girar y cayó, Geny se fracturó la tibia y el peroné. Lo trasladaron al hospital de Junín, donde lo operaron. Mientras se encontraba internado y en recuperación, la situación se complicó: una gangrena llevó a que le tuvieran que cortar la pierna.

A partir de ese momento su vida cambió, el acompañamiento de los amigos y el hallazgo del triatlón le dieron motivos para luchar. Para sobreponerse a estas circunstancias. Completó sus estudios como programador de computadoras, trabajó en empresas multinacionales y se volcó a competir en el paratriatlón donde se transformó en campeón mundial.

Ayer estuvo en Alberti invitado por quienes organizaron la Semana de la No Discriminación para participar de una caminata con instituciones intermedias. Su mensaje, fue en función de la discriminación: “La discriminación parte de la ignorancia, porque es no saber con quién estas tratando y por qué tomás esa actitud. Cuando se califica la discapacidad para acceder a una trabajo o para incorporarse a una actividad, aquel que lo hace no sabe nada”.

¿Tu vida cambió a partir del accidente?

-Tomó otro rumbo, un atajo, empecé a convivir con que me faltaba una pierna y a buscar las herramientas y las fuerzas para seguir adelante. Ese fue mi cambio. Empecé a preocuparme en esas cuestiones.

¿El deporte se dimensionó a partir de lo que te pasó?

-El deporte siempre estuvo en mi vida, al aparecer el triatlón me encontré con algo que me gustaba. Fue una cuestión de superación. Primero empezar a correr, al principio algo muy tranquilo, después me empecé a medir con otros, luego fui al exterior, y empecé a querer más y más, a entrenar, fue un proceso de superación.

¿Estuviste muy cerca de llegar a los Juego Paralímpicos?

-Quedé preseleccionado, en mi categoría entraban 10 y quedé entre 11 y 12. Pero el proceso olímpico fue algo fantástico, recorrí muchos países, estuve en Europa corriendo en Escocia y Francia. Como cualquier otro triatleta profesional.

¿Seguís vinculado al atletismo?

-Ahora con una actividad un poco menos profesional, pero sigo vinculado al triatlón.

¿Volviste a Bragado?

-Regresé a mi ciudad, ahora trabajando en un club, coordinando las actividades deportivas.

¿Cuánto influyen los amigos para poder sobrellevar lo que a vos te ocurrió?

-La gente que te rodea es la encargada de hacerte sentir que todo continúa. Los amigos y la familia son fundamentales. Te hacen sentir que todo sigue igual, lo que hay que hacer es adaptarse.
Buscar:
Aumentar / Reducir Fuente
Imprimir
Enviar a un amigo