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21-01-2019 |
LOS ESPACIOS PÚBLICOS A MERCED DEL VANDALISMO |
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La destrucción de las parrillas generó un fuerte rechazo en la comunidad. M´ñas allá de que hayan sido imputados los autores del hecho. |
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Lo que sucedió con las parrillas del parque Municipal muy próximas a la calesita dejó en evidencia que los espacios públicos están vulnerables. No es la primera vez que se comete un hecho vandálico, y no es el único antecedente que hay respecto de las parrillas.
La Policía Comunal logró establecer quiénes fueron los autores del hecho caratulado como daño calificado, en el informe de prensa señaló que fueron cinco los individualizados y conducidos a la dependencia policial. Dos de ellos mayores y los restantes menores, de los cuales no se reveló la identidad. Quedaron a disposición de las fiscalías actuantes luego de ser imputados.
Basta una recorrida por el Parque Municipal para establecer que los espacios que fueron creados con la colocación de nuevas mesas y de bancos son dañados con frecuencia. En los lavatorios faltan canillas porque se las llevaron, algunos de los recipientes que colocaron para residuos ya no están, hay parrillas, bancos y mesas rotas.
Los frecuentes daños que se producen en los espacios públicos permiten establecer una nómina de cuáles son los lugares más vulnerables. Son aquellos que con mayor frecuencia aparecieron dañados. Se consideran los lugares públicos, más allá de que las casas particulares y los edificios de instituciones.
Desde que se inauguraron las luces de los bulevares pasaron a ser el blanco perfecto. No ha quedado iluminación que no sufra un daño. Las que se rompen con mayor frecuencia son las luces bajas, aunque sucedió que también han roto las farolas más altas.
La sala de espera de la estación de trenes es otro de los lugares donde se cometen daños con frecuencia. Los vidrios de las ventanas del lateral han sufrido roturas permanentes, como así también eligen las aberturas y las paredes para hacer pintadas.
En la plaza Arias aparecen los bancos dañados, las flores de los canteros rotas y los monumentos pintados. Sin tanta frecuencia pero no por eso resultan menos importantes los daños que se han producido en las plazoletas, en la Plaza de las Américas, en la cartelería que señala el nombre de las calles.
Todos los lugares, en algunos más y en otros no tanto, se han producido roturas o robos provocados por quienes entienden que tienen un derecho superior sobre el patrimonio de la ciudad.
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