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| 22-04-2019 |
| UN VÍA CRUCIS QUE CONMOVIÓ A LA GENTE |
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Una nueva puesta que tuvo realismo y que se destacó por la amplia participación de albertinos. |
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El viernes Santo tuvo una nueva representación del Vía Crucis cuya puesta en escena le correspondió a Marcelo Monsalvo. Con la participación de más de 50 personas se hizo el recorrido alrededor de la Plaza Arias de las 15 estaciones que marcan el camino de Jesús desde la última cena hasta la resurrección.
Miguel Mangieri interpretó a Jesucristo que fue traicionado por Judas (Jorge Passotti), apresado y azotado en su trayecto a la crucifixión por los soldados (Marcelo Monsalvo, Simón Manterola, “Pachi” Arruvito y Sebastián Corona), que se abrazó con su madre (Andrea Pascarelli), que fue interceptado por La Verónica (Lorena Billia) que secó su rostro, que arrastró la cruz con la ayuda del cirineo (Gastón Olivera) y que fue clavado y elevado en la cruz.
Estas escenas que mencionamos con antelación fueron algunas de las que se vieron en una puesta bien lograda, con realismo. Muy cuidados los detalles, con un sonido que se escuchó en toda la plaza donde se mezcló una narración del Vía Crucis con la participación de Alcira Schenonne, Rubén Bruzzoni y Herminio Zatti y el audio de la película La Pasión de Cristo.
Todo estaba previsto por los organizadores, inclusive habían separado la zona donde transcurría la acción del lugar donde se debía ubicar el público que siguió el recorrido. Pero al haber una gran concurrencia fue dificultoso poder observar las acciones.
La imagen de Jesucristo resucitado saliendo de la Parroquia fue el final de la puesta del Via Crucis. Luego llegó la presentación de quienes participaron como María Magdalaena (Marcela Cejas), Caifas (Alejandro Luna), Sumos Sacerdotes (José Gandini – Osvaldo Rodríguez), Barrabás (Fernando Casey), los Apóstoles ( Raúl Palazzo, Héctor Palazzo, Rodolfo Carrettoni, Gustavo Lartigue, Rubén Gil, Sergio Sarco, Saúl Pulero, Diego Castañarez, Miguel Olivera, Miguel Saldivia y Víctor Marengo) y los soldados (Manuel Rosa, Valentín Monsalvo y Patricio Elliff.
La interpretación fue coronada con el aplauso del público y con el reconocimiento del párroco Jorge Bruno que destacó la emoción que percibió en el rostro de las personas mientras veían algo que ocurrió y que se sigue produciendo en la vida cotidiana.
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