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27-06-2019
LA ESCRITORA INVITADA A LA FERIA DEL LIBRO
Liliana Cinetto participó de la edición 30 de la Feria del Libro en la Escuela Primaria Nº 1.
La trigésima edición de la Feria del Libro que organiza la Escuela Primaria Nº 1 y la biblioteca Andrés Vaccarezza tuvo como invitada especial a la escritora Liliana Cinetto. La autora de cuentos infantiles llegó a participar por primera vez de la feria que está celebrando sus tres décadas de existencia.

“Esto muy contenta de llegar por primera vez a Alberti y más aún en esta fecha especial de la Feria. En estos momentos estoy recorriendo mucho el interior del país, viajo apoyando los esfuerzos de las comunidades que intentan darle el valor que el libro merece y tiene. A mí me gusta conocer a mis lectores y apoyar estas iniciativas”, señaló Cinetto.

¿Siendo mamá y docente, a quién le contó las primeras historias, a sus hijos o a sus alumnos?

-Primero a los alumnos porque era soltera cuando comencé a trabajar como maestra y fueron ellos los que escucharon lo que escribía. Y después siguieron mis hijos y ahora vienen mis nietas. Es un recorrido de muchos años, y que me hace muy feliz. Poder vivir de lo que a uno le gusta en este país es un privilegio. Desde chica siempre dije que iba a ser escritora, trabajé para esto y mi premio es que mis lectores me elijan.

¿Cómo conviven los libros con la tecnología?

-Siempre digo que mientras haya chicos va a haber libros. Porque a los chicos les gustan los libros. El tema es que debe existir un adulto mediador que les acerque los libros, que en algún caso será alguien de la familia, la escuela, una feria. Cualquiera que promocione la lectura y que sirva de puente entre el libro y el niño. Si el adulto no está presente y le ofrece el libro, ese chico crece huérfano de literatura. No porque no le guste, sino porque no tiene acceso. Los chicos aman los cuentos, las historias. Se decía que el libro iba a desaparecer con la televisión y se acomodó haciendo su camino, después se dijo que iba a desaparecer con las primeras computadoras y no fue así, ni hablar ahora con la invasión tecnológica, el libro siempre se va a acomodar, siempre que haya un adulto que le alcance un libro al chico.
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