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| 03-12-2019 |
| DÍA INTERNACIONAL DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD |
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Hubo actividades en todos los niveles educativos que apuntaron a la inclusión como objetivo comunitario. |
En el Día Internacional de las Personas con Discapacidad se había programada una jornada donde los servicios educativos iban a realizar actividades de reflexión en la Plaza Arias y un abrazo simbólico al monumento a la bandera. Por la amenaza de lluvia se decidió trasladar la propuesta a cada uno de los establecimientos educativos.
En la sede de Jefatura Distrital, la titular Mariel Vecchiarto, habló de este día junto a la directora del Centro de Atención Temprana del Desarrollo Infantil Luisa Pérez y a la directora de la Escuela Especial Raquel Aviotti.
“Venimos trabajando en la concientización de los procesos de inclusión que son nuestros desafíos, y no queríamos que un día como hoy pasara desapercibido. La propuesta había sido para todos los niveles educativos, por eso al no ir a la plaza se trabajó en cada uno de los establecimientos. Como país nosotros tenemos más de 5 millones de personas con discapacidad, lo que representa un 13 por ciento de la población total, y desde el área educativa nos toca acompañar desde los primeros años de vida a través de ATDI y le damos continuidad en el acompañamiento de las trayectorias hasta procurar la inclusión social y educativa con nuestra Escuela Especial”, señaló Vecchiarto.
¿A partir de qué edad empiezan a trabajar en ATDI?
PEREZ-Desde los 45 días, ATDI siempre trabaja en la promoción y en la prevención, pero cuando hay un diagnóstico o algo concreto se aborda la atención. La idea es atender tempranamente con el objetivo de prevenir.
¿Cuándo se inicia el recorrido de la Escuela Especial?
AVIOTTI-Desde los 6 años con el nivel primario y luego el Centro de Formación Integral para que los alumnos puedan desarrollarse laboralmente y puedan estar incluidos en los ámbitos de trabajo como cualquier otra persona.
¿Qué representa educar a alguien con una discapacidad?
VECCHIARTO-El posicionarnos en una aceptación de la diversidad nos da una mirada diferente, no sólo en el plano educativo, también en el social. Es necesario comprender que la discapacidad no es una enfermedad, es una condición de la persona que puede venir con ella desde su nacimiento o puede ser adquirida por múltiples causas. Y hay que entender que en definitiva todos tenemos una discapacidad, alguna disminución de alguna capacidad. Si tenemos esa mirada vamos a lograr que en algún momento las barreras que generamos desde los prejuicios, las arquitectónicas, se corrijan generando un entorno más inclusivo donde todos podamos desarrollar el potencial. La mirada es otra, debe haber una mirada integral como comunidad.
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