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| 20-10-2021 |
| BESTIAS |
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Una nueva nota de opinión con pedido de publicación. Sobre la profanación de los homenajes a las víctimas de la peste, el 17 de octubre de 2021. |
“Nuestra comunidad tenderá a ser de hombres y no de bestias.”
Juan Domingo Perón.
Lo que sucedió en el día de la lealtad del corriente año, roza la barbarie. Quise comenzar este escrito con una frase del general Perón porque, supuestamente, la gente que estaba en la plaza es peronista. Más resulta ser que parece todo lo contrario. ¿No dijo acaso Perón que para un argentino no existe nada mejor que otro argentino?
Yo los asocio con aquellos a los cuales se refirió el general el día 1° de mayo de 1974, cuando dijo: “…pese a estos estúpidos que gritan”. Ahora, me pregunto qué gritan en la actualidad. ¿Cómo pueden decirse peronistas e ir a cometer semejante vileza?, conociendo la sensibilidad en que la sociedad toda se encuentra sumida por la pandemia que —dicho sea de paso— aún no terminó. La gente que, a causa de la peste perdió algún ser querido, hoy debe de sentirse ultrajada en lo más profundo de su ser. ¡Ustedes, los que hicieron eso, son enemigos de la patria! “Al enemigo ni justicia”.
Haber profanado ese tan sentido homenaje a las víctimas de la peste, equivale a profanar tumbas, cada muerto tenía una familia, que debe sentirse mucho más indignada de lo que nos sentimos aquellos que no perdimos algún familiar por esa peste —afortunadamente—, mas igual nos indignamos al ver semejante acto de crueldad.
Burlarse de los muertos como lo hicieron, en mi apreciación, hasta equivale al: VIVA EL CÁNCER que algunos, pareciendo tener más de bestias que de humanos —aludiendo la cita con la que abrí esta nota—, se atrevieron a pintar respecto de Evita.
Es el odio, el maldito odio que consume al hombre como el fuego a la madera. Pero ahora ¿a quién odian?, ¿a los que se murieron?, ¿o nos odian a todos?
Prometieron vacunas que no llegaron en tiempo y forma. Jugaron con la salud de la gente. Es cierto que el componente 2 de la Sputnik tarda más en realizarse, pero lo sabían. No les importó.
¿Son peronistas?, porque el general decía: “La dificultad del hombre de Estado responsable —nótese que Perón dijo “responsable”—, consiste precisamente en que está obligado a realizar cuanto afirma”.
¿Se puede ser tan miserable?, efectivamente. Lo que no puede hacer esa gente es pretender que la sociedad los considere verdaderamente peronistas, porque, de ser así, y si la gente piensa que son peronistas, están mancillando el nombre de Perón. No, no son peronistas. Son estúpidos. No tienen convicciones, ni ética, ni nada. Están vacíos. ¿Son peronistas?, ¿por qué no volvemos entonces al general?: “El hombre puede desafiar cualquier contingencia, cualquier mudanza, favorable o adversa, si se halla armado de una verdad sólida para toda la vida”. ¿De qué verdad sólida se hallan armados?, ¿acaso de la militancia rentística? Dinero para asistir a las manifestaciones, o amenazas de quita de planes sociales. No, señores, eso no es peronismo.
Me equivoqué cuando dije que lo que hicieron roza la barbarie, pues los pueblos bárbaros honraban mucho más a sus muertos que estos energúmenos. Entiéndase que la palabra energúmeno hace referencia a un endemoniado que, por otra parte, es lo que parecen.
Cabe señalar que el hartazgo de esta sociedad con el actual gobierno puede deberse a muchas cosas. Lo económico —que siempre es un problema en la argentina— se puede llevar gran parte del descontento, casi la mitad de la población es pobre y sería injusto atribuirle toda esa pobreza a la gestión actual, sin perjuicio de decir que sí empeoraron sobremanera la situación. Estamos malditamente acostumbrados a estos vaivenes. Empero, jugar con la vida y la salud de la gente, y luego burlarse de los muertos, es intolerable. Repito: INTOLERABLE.
¿Con qué cara se rasgarán las vestiduras los 24 de marzo, cuando en el año 2020, con las medidas inconstitucionales del severo aislamiento, las cifras entre desaparecidos y muertos por la violencia policial han sido alarmantes?, ¿cómo cantarán ahora “Macri, basura, vos sos la dictadura”?
Cito textual aquí a Héctor M. Guyot, en el libro de coautoría con Santiago Kovadloff: ¡República urgente!
“Durante la cuarentena más dura, además, los casos de violencia policial se multiplicaron. Entre fines de marzo y principios de agosto, la Secretaría de Derechos Humanos recibió 531 denuncias de abusos policiales, entre ellas 25 muertes. Hay que tener en cuenta que entre diciembre de 2019 y marzo de 2020 las denuncias fueron 71. Impactaron los casos fatales ocurridos en San Luis y Tucumán, provincias alineadas con el kirchnerismo, que se presenta como el gran custodio de los derechos humanos. Pero el más resonante fue el de Facundo Astudillo Castro, un joven de 22 años a quien la policía bonaerense detuvo por incumplir la cuarentena. Pasó por desaparecido por varios meses, hasta que en agosto apareció su cuerpo sin vida”. (Héctor M. Guyot, en ¡República urgente! P. 114. Editorial emecé, 2021)
Con este acto vandálico y profano colmaron de hastío a la gente, y, en lugar de recuperar votos, lo que hacen es reafirmar la voluntad de no votarlos.
Creo que se sepultaron políticamente y, por el bien del pueblo argentino, espero que así sea.
Volviendo al pasado, aquel glorioso 17 de octubre de 1945 la plaza era una fiesta, porque el pueblo argentino clamaba por su líder, un líder que partió al medio la historia de nuestro país. No se confundan, no soy peronista. Pero la verdad debe ser dicha.
Esto, lo ocurrido el 17 de octubre de 2021, es aberrante, vomitivo.
Si ya fui testigo del silencio de los militantes ante los vacunatorios VIP, la violencia, la foto del presidente de fiesta en Olivos mientras el pueblo estaba encerrado por decreto suyo (haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago), etc., no es que ahora esté esperando algo distinto. Pero me gustaría que los que dicen ser peronistas y tienen a su cargo un liderazgo social, hagan público su repudio de lo acontecido en cuanto a la profanación de la memoria de los compatriotas víctimas de la peste. Si es que al menos les queda algo de dignidad.
Ansío, cuasi utópicamente, ver a las autoridades locales municipales indignadas por tamaño agravio. Haciendo pública su indignación y repudio. Así como hacen pública cada idiotez que hacen para ganar votos.
Emanuel Bibini
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