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07-04-2022
EL TESTIMONIO QUE BUSCA PREVENIR ACCIDENTES DOMÉSTICOS
Erica atrave´so y lo sigue haciendo una situación con su hijo que consumió una sustancia que afectó su salud. Hoy su voz busca concientizar.
Theo Olivito sufrió cuando un niño un accidente al ingerir una sustancia que afectó sus órganos por lo que tiene colocado un botón gástrico y los alimentos ingresan a su cuerpo a través de una bomba de alimentación. Esta situación familiar llevo a su mamá, Erica Melo, a transformarse en una difusora de la prevención de los accidentes por ingesta de sustancias causticas. “Se me hizo carne la causa, trato en la medida en que puedo difundir la prevención”.

¿Qué hay que tener en cuenta para evitar esos accidentes?

-En primera medida y aunque parezca muy trillado, mantener fuera del alcance de los niños los productos de limpieza, del tipo caustico. Si es en altura mejor, porque por lo general los niños que ingieren las sustancias son menores de 4 años, ellos son muy explorativos, y cuando encuentran algo lo primero que hacen es llevárselo a la boca. Hay que rotular para los más grandes, hay que sacarle la etiqueta si se colocan en un envase de otro líquido, en especial de aquellos que ellos conocen, hacer cruces con un fibrón, escribir no tomar o tóxico.

¿Hay que puntualizar en que no deben ingerir de esos nevases o eso les genera cierta atracción?

-Es fundamental hablar con ellos, tiene que saber que no deben consumir nada que esté en los bajo mesada o en el baño. Pero también hay que saber que cuando tienen sed o mucho calor, toman lo primero que encuentran. Hay que charlar con ellos, pero también hay prevenir con la etiqueta y la colocación en altura.

¿Tenían conocimiento antes del accidente de que podía suceder esto o se empezaron a familiarizar a partir de lo que les ocurrió?

-Ningún conocimiento, no sabíamos que esto podía suceder hasta que se produjo lo de Theo. Un mes antes en un noticiero habíamos escuchado la noticia de un niño que había tomado líquido de frenos, a mí me pareció un horror, no entendía cómo podía pasar. Cuando nos pasó, nos enteramos que es más habitual de lo que uno cree, y cuando estuvimos en medio de esta batalla, nos enteremos que a diario hay accidentes de este tipo.

¿Cómo los recibe un profesional cuando los padres le llevan un niño accidentado?

-Se manejan con mucha cautela, porque no saben qué grado de lesión se puede producir y qué daños puede llegar a tener. Hay que esperar 48 horas para saber el grado de la lesión a través de un estudio endoscópico, si el líquido que se ingirió afectó, ya que actúa de manera progresiva.

¿Cómo lleva Theo hoy la situación?

-Él es muy consciente de lo que le pasó, está muy empapado con el tema de la prevención. Está transitando una etapa donde la cirugía dejó secuelas gravísimas en él, no come por boca, lo hace con un botón gástrico. Tiene una esofagectomía por la que porta una bolsa de colostomía. Su vida es un poco compleja, por eso hacemos hincapié en la prevención porque la vida del niño cambio mucho, también la de la familia. Él se adapta a esa vida, pero también tenemos una sociedad que lo ha aceptado e incluido de manera abrazadora lo que lo hace más llevadero. Pero estamos llegando al punto en el que él necesita de la cirugía para volver a la vida habitual de cualquier niño.

¿Hay posibilidades médicas de que eso se produzca?

-Estamos en ese proceso, el viernes viajamos al Hospital para reunirnos con el cirujano para que nos guíe. Porque Theo manifestó la necesidad de operarse. Hay que estudiarlo, son cirugías grandes y complejas, tenemos la esperanza de que se pueda hacer la operación. Pero hay que ser muy cautelosos.

¿Cómo es el día a día para la familia?

-Nosotros vivimos en modo automático, todos los días comenzamos a la 4 de la mañana con medicación mientras Theo duerme, a las 5 lo alimentamos mientras él continúa durmiendo, y a las 6 empezamos a preparar todo para que él pueda ir a la escuela. Estamos físicamente cansados, pero Theo tiene muchas actividades porque hace gimnasia, juega al fútbol. La vida es bastante compleja para nosotros porque vivimos entre trámites en la obra social, bolsas de alimentación, curaciones, consultas médicas.


¿Qué le transmitís a una familia que está travesando una situación difícil desde el punto de vista médico con un niño?


-Que tengan esperanza, que la fe es un pilar fundamental en estos casos. Hay que acompañar al niño desde el amor. No podemos ponernos en su lugar, por eso hay que tener esperanza y seguir las indicaciones de los médicos. Eso es fundamental, hace que uno pueda cuidar bien al paciente, porque es nuestro hijo pero se transformó en un paciente. Hay que acompañarlo desde el amor haciéndole sentir que es uno más.
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