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18-10-2023
INFAMIA
Una nueva nota de opinión con pedido de publicación. de Emanuel Bibini sobre el ataque de Hamas a Israel.
Con tristeza comienzo a escribir estas líneas y mientras lo hago ya son 1.300 los israelíes (en su mayoría civiles) que fueron asesinados por el grupo terroristas islámico Hamás; la cantidad de rehenes es incierta. Tal vez algunos horribles detalles de su ataque sean necesarios, puesto que ciertos personajes públicos, en una demostración paupérrima o bien de su ignorancia, o bien de su antisemitismo exacerbado, no solo no fueron capaces de condenar tajantemente a esa horda de fanáticos religiosos sedientos de sangre, sino que incluso fueron más allá y culparon al Estado judío de su propia tragedia, lo que es como decir que al final, se merecían el Holocausto.

Es menester tener presente que desde esa catástrofe, nunca tantos judíos habían sido asesinados en un mismo día (para tomar magnitud de lo que fue esta masacre). Sobre la metodología ¿hay que decir algo o ya todo el mundo la vio?: acribillaron sin piedad a jóvenes que estaban en un festival por la paz, ingresaron a las comunidades cercanas a Gaza y masacraron familias enteras (asesinaron a 40 bebés, a algunos los decapitaron), violaron mujeres, raptaron ancianos, mujeres y niños, quemaron familias enteras, y como si fuera poco, ellos mismos se encargaron de transmitir en vivo lo que hacían. Asesinaron hasta a los perros (les aviso a los veganos «free Palestine»). Como contracara circulan imágenes de un soldado israelí con un fusil en una mano y un caniche en la otra, protegiendo hasta al perro. Todo esto lo hicieron sabiendo —y deseando— la crisis y el desastre que iban a desatar sobre todos los habitantes de la franja.

¿Ahora le creen a Israel, que hace rato se viene defendiendo de estos asesinos?, no hace falta que le crean a Israel, le pueden creer a Hamás. Como ya dije, ellos difundieron las imágenes de su barbarie. Hamás es un grupo fundamentalista religioso en cuya carta fundacional reza «Israel existe hasta que el Islam lo destruya». Nótese la plena connotación religiosa. ¿Cómo se llamó esta operación terrorista?, «Inundación de Al-Aqsa». Al-Aqsa (que no todo el mundo está obligado a saber) es la mezquita que se encuentra en el Monte del Templo, es el lugar más sagrado para los judíos y el tercero para el islam. Cualquiera que haya visto los videos, también escuchará que cuando matan no gritan: «¡Falestín!», sino «¡Allá-huákbar!» (Alá es grande).

En sus colegios y en sus mezquitas enseñan a odiar y asesinar judíos. Eso es Hamás y no otra cosa. No hay ninguna disputa territorial por Gaza (allí no hay un solo judío desde el 2005). La única razón por la que Gaza tuvo (hasta ahora) luz y electricidad, es por Israel, sin contar que alrededor de 22.000 gazatíes cruzaban la frontera todos los días para trabajar en Israel o bien en la zona palestina de Cisjordania (cosa que se terminó, probablemente para siempre).

Es literalmente vomitivo escuchar a líderes políticos, presuntamente de izquierda —que dicen defender los derechos humanos, el Nunca Más, la democracia y la libertad—, justificar las atrocidades cometidas. Para que se entienda el nivel de antisemitismo que les corre en las venas hay que ejemplificarlo: dicen ser defensores de los derechos de las mujeres, luchar contra el patriarcado y el machismo, pero…: asesinar mujeres, prenderlas fuego, abrirles el vientre embarazadas, violarlas, golpearlas, secuestrarlas, ultrajarlas y exhibirlas como trofeo está mal menos si esas mujeres son israelíes. Muchos dicen que es hipocresía. No, eso no es hipocresía, eso es estar del lado del terrorismo. Tenemos que recordar a los personajes que justificaron esta barbarie para señalarlos cuando osen abrir la boca para hablar de derechos humanos.

Les quiero advertir a esas autopercibidas defensoras de la mujer, que el único país en todo el Medio Oriente donde podrían expresarse libremente es Israel, y de corazón les recomiendo que bajo ningún concepto ingresen a Gaza, a menos que quieran casarse con un tipo que tenga 4 o 5 esposas a su plena disposición y ser sometidas a la expresión más brutal y verdadera de patriarcado en el siglo XXI (el islam radical). Islam radical que dicho sea de paso mata todo lo que no sea como ellos (incluyendo a otros musulmanes).

Por lo demás, desde estas pobres líneas, todo mi apoyo al Estado de Israel, a su derecho a existir y a defenderse. Muchos amigos están allí y están pasando momentos horribles, les mando desde aquí un abrazo enorme. La historia pasada está llena de cobardes que no hicieron ni dijeron nada ante la aniquilación sistemática de los judíos. Que en la historia futura el nombre de muchos de nosotros no sea contado entre esa infamia.

Emanuel Bibini
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