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02-11-2023 |
DE GUÍA TURÍSTICO A SOLDADO, LA HISTORIA DE PABLO, DESDE ISRAEL |
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Emanuel Bibini entrevistó un argentino al que la guerra lo llevó a cumplir otra función. |
Una vez más, como en 1948 en la Guerra de la Independencia, 1967 en la Guerra de los Seis Días; y 1973 en la Guerra de Yom Kipur; el Estado de Israel libra una guerra por su existencia. El grupo islamista radical Hamás (quien ha jurado la destrucción del Estado judío) lanzó sobre el país hebreo el ataque terrorista más sanguinario de su historia. Nunca, desde el Holocausto, habían sido asesinados tantos judíos en una sola jornada. Los muertos del ataque del siete de octubre se cuentan en 1400, en su mayoría civiles: mujeres, niños, adolescentes, ancianos, e incluso bebés (gente asesinada de maneras que en el presente escrito prefiero omitir, pero téngase en cuenta que esto no es sensacionalismo ni morbo, esto fue real, esto está pasando). En la franja de Gaza, por otra parte, uno de los lugares más densamente poblados del mundo, gobernado por el grupo terrorista islámico Hamás, hay más de 200 personas que fueron secuestradas del territorio israelí, cuyo destino es incierto.
En este contexto, establecí contacto con Pablo S, que es argentino y guía turístico en Israel; y ahora es reservista en el Ejército. Le hice algunas preguntas a las que él, por motivos obvios, me respondió a través de audio y yo aquí transcribo:
Pablo, sé que sos guía de turismo, me imagino que no pensabas, como la mayoría de los israelíes, civiles e incluso soldados, estar en una guerra hasta el siete de octubre pasado, ¿podés contarme qué pasó ese día y por qué ahora pasaste de tu vida y trabajo normales a estar vestido de soldado?
Yo tengo el trabajo más lindo del mundo, recibir grupos, turistas, que, con el paso de, ni siquiera días, sino horas, ya se forma un vínculo de amistad y eso lo suelo sentir con cada familia o grupo que recibo. El solo hecho de poder mostrar el país, con las cosas buenas y las cosas malas como ahora… Es algo increíble estar con grupos de cristianos que yo sé que ahorran, en muchos casos toda su vida para poder cumplir el sueño, y yo ser parte de ese sueño y llevarlos a los lugares donde estuvo Jesús, lugares también importantes para los judíos…
El seis de octubre estaba durmiendo en Jerusalén, y todos tenemos una aplicación en el celular, una alarma que suena cuando sale un misil de Gaza. Yo la tengo activada en todo el país, pero cada años suele sonar en la zona de Tel Aviv, aunque en los últimos dos años, ocurrió tres veces en el año. De golpe veo el sur, es algo normal; suelen caer ahí. De golpe, seis y media de la mañana (del sábado 7 de octubre), medio dormido, veo (en la alarma) una ciudad cerca de Tel Aviv. Dije: “esto no es normal, algo pasa”, y a los diez minutos sonó la alarma en Jerusalén. Lo más anecdótico de todo esto es que yo estaba saliendo y, cuando sonó la alarma en Jerusalén fuimos al lugar abierto más cercano, que no era de esperar, y entré en una sinagoga, entonces los ortodoxos que estaban rezando ahí, dijeron: “si no venís por las buenas a rezar vas a venir por las malas” (comenta Pablo entre risas).
A los turistas les dije: “nos vamos a quedar en el hotel y en un rato vamos a salir, y a medida que iba transcurriendo el tiempo, íbamos viendo cómo estaba la situación, porque era raro todo esto”.
Vi algo que me habían comentado. Vos sabés que cuando es el Shabat, es el día de descanso, no se puede hacer ninguna actividad física, o dentro de lo posible, hacer la menor cantidad de actividad física. Y veía en la ruta cantidad de soldados, el mismo día siete de octubre viajando a las bases militares para presentarse con el llamado número 8. Cuando te llega el llamado número 8 tenés que presentarte de urgencia en la base. Hagas lo que hagas, sí o sí tenés que estar en la base lo más rápido posible. Ni siquiera podés preparar ropa, después se consigue todo. Pero urgente presentarte en la base. Y había muchos religiosos en los autos (que no los usan en Shabat), eso había pasado en la guerra del 73, por supuesto que yo no la viví, ni siquiera había nacido.
Fue algo que me va a quedar para el resto de mi vida.
¿Qué les pasa a los israelíes cada vez que suenan las sirenas por los cohetes que son lanzados desde Gaza?
Que suene la alarma, es muy distinto a que caiga el misil. Los terroristas tiraron más de 7.000 misiles, muchos, un 20, 30 % caen dentro de la propia franja de Gaza, como el del hospital.
Suena la alarma y tenés que ir a un refugio. Todos tenemos refugio, entonces no hay problema, la Cúpula de Hierro los suele explotar en el aire, y se escucha un ruido. Desde que sale el misil ya no es un momento agradable. Sabemos que Israel hace todo lo posible para cuidar a sus ciudadanos.
Le pregunto a Pablo qué espera que pase en los próximos días
Hamás empezó la guerra, porque muchos de los asesinos tenían permiso para entrar a Israel. Esta guerra la empezó Hamás, y la va a terminar Israel, de eso que no quede la menor duda. Y quiero agradecer a toda la gente que me escribe, me llama, me pregunta cómo estoy. La verdad que es muy emocionante, y gracias de todo corazón.
Una cosa más, un comentario que siempre me hacen los turistas: que ven la convivencia entre judíos, cristianos y musulmanes, cuando vamos caminando. Una cosa es Gaza, otra cosa son los que viven acá en Israel con sus derechos (árabes israelíes)… y uno de los comentarios es: “yo no veo policía, yo no veo ejército!”, y le digo: “todo se exagera, la verdad que los medios exageran todo”. Y la gente dice: “qué país seguro, me siento más seguro acá que en otro lado, y mis amigos me decían cómo vas a ir, para qué vas a ir”, ese es el primer comentario que me hacen.
Por mi parte, me queda agradecerle a Pablo por brindarme su testimonio para poder publicarlo, y desearle todo el éxito del mundo, y también, que esta guerra pronto no sea más que un recuerdo.
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