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21-12-2011 |
SIN MIEMBRO |
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El Síndrome del Miembro fantasma es la percepción de sensaciones de que un miembro amputado todavía está conectado al cuerpo y está funcionando con el resto de éste; se solía creer que esto se debía a que el cerebro seguía recibiendo mensajes de los nervios que originalmente llevaban los impulsos desde el miembro perdido. Sin embargo, la explicación más plausible hoy en día consiste en que el cerebro sigue teniendo un área dedicada al miembro amputado por lo que el paciente sigue sintiéndolo: ante la ausencia de estímulos de entrada que corrijan el estado del miembro, el área genera por su cuenta las sensaciones que considera coherentes. Esta área sin función tras la amputación puede ser invadida por áreas vecinas con lo que utiliza sensaciones de otras partes del cuerpo para disparar las sensaciones del miembro amputado.
Entre el 50 y 80% de las personas amputadas experimentan estas sensaciones fantasmas en su miembro amputado, y la mayoría de estas personas dice que las sensaciones son dolorosas. Las sensaciones fantasmas también puede ocurrir después de quitarse otras partes del cuerpo y no necesariamente un miembro, por ejemplo después de quitarse un seno, un diente (dolor del diente fantasma), o un ojo.
Los niños también experimentan el síndrome, aunque en menor proporción que los adultos, probablemente porque la plasticidad cerebral se reacomoda más rápido y fácil en los niños, aunque hay posibilidad de que aparezca el síndrome en los pequeños que sufrieron amputaciones por quemaduras o tumores.
En cuanto al tratamiento, afortunadamente, la mayoría de los casos de dolor fantasma después de una amputación son breves y poco frecuentes. Para los pacientes que padecen dolor persistente, el tratamiento puede ser desafiante. Las encuestas a gran escala que se han hecho a amputados demuestran lo ineficaces que son los tratamientos para el dolor de miembro fantasma que no atacan los mecanismos subyacentes. Los tratamientos orientados a esos mecanismos fueron relativamente eficaces en unos cuantos estudios de pequeño tamaño. Los tratamientos farmacológicos y de conducta orientados a la vasodilatación del miembro residual ayudan a reducir el componente ardiente del dolor del miembro fantasma, pero no otras sensaciones dolorosas. Los tratamientos que reducen la tensión muscular en el miembro residual reducen los espasmos, pero no otras sensaciones.
Por ello, considerando el terrible aumento del número de supervivientes a traumatismos en todo el mundo, la necesidad de un tratamiento eficaz para el dolor de miembro fantasma es cada vez más urgente.
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