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17-02-2012 |
CON EL NOMBRE DE CARDANO |
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En el mes de marzo van a designar el cuartel de Bomberos Voluntarios con el nombre de jefe Mario Cardano. Es en reconocimiento a su trayectoria bomberil. |
El próximo 31 de marzo el cuartel de Bomberos Voluntarios será designado con el nombre de jefe Mario Hugo Cardano. Con 54 años dentro de Bomberos, Mario Cardano es el único de los fundadores que está vivo, los demás eran Jsoe´Mestrol, Juan Mazzotta y Oraldo Médice.
El reconocimiento que le va a hacer la comisión directiva y el cuerpo activo está ligado a su trayectoria bomberil.
En el acto se va a descubrir una placa que señale que el cuartel pasa a llamarse Mario Cardano. Cuando la institución celebró el cincuentenario publicó una revista en la que entrevistaron a quien tiene más de cincuenta años de servicio. A continuación publicamos un fragmento:
¿Cómo comenzó todo?
- Teníamos una barra de amigos que estábamos siempre juntos, entre los cuatro intercambiamos opiniones. Estaba la intención de hacer algo para empezar a echar un poco de agua, ya que en mi oficio trabajaba con agua. Cuando se produjo el incendio de la agencia Ford, también el de Casa Menica, el de la Tapicería de Monsegur, siempre me anduvo dando vueltas en la cabeza la idea de crear Bomberos. Después juntamos a gente que no pertenecía a ese grupo y armamos la primera comisión.
¿Al principio tenían algún conocimiento para controlar el fuego?
- Lo que sabía era por mi trabajo particular, yo siempre anduve con el agua. Cuando comenzamos al lado de la Municipalidad teníamos sólo baldes para echar agua y mucha buena voluntad. Lo único que sabíamos era que el fuego se apagaba con agua. El intendente Raúl Vaccarezza nos dio el local para que hiciéramos el cuartel, nosotros levantamos una pieza y ahí funcionó. El primer vehículo que tuvimos fue un camión regador, un Ford 31, al que Oraldo Médici le había hecho una conexión para una manguera.
¿Cuándo se sumaron más bomberos?
- Cuando vino Obdulio Cardoso de Chivilcoy a dar instrucción. El, todos los sábados, llegaba en su motito para capacitar, eso era una demostración de amor a Bomberos. Con Cardozo se empezaron a otorgar los grados y decidieron que Santiago Ottonello fuese el jefe y yo quedé como segundo. Ottonello era marinero y se retiró a los seis meses, y ahí asumí como jefe del cuerpo activo.
Al margen de la actividad bomberil tenían que movilizarse para recaudar dinero…
- Todos los fines de semana. Andábamos por los barrios recolectando cosas y donaciones. Me acuerdo que yo salía en una Ford 40, un día habíamos recaudado 20 pesos, se rompió el vehículo y me salió más caro arreglarlo. Había un entusiasmo bárbaro en la gente.
¿Cuándo se compró la segunda unidad?
- En 1963, la fuimos a buscar a General Sarmiento. Se compró con un crédito del banco cuyos avales los pusieron Aldo Caviglia, Juan Carlos Lizarralde y Mario Cardano. Esa autobomba había trabajado en el incendio de la fábrica de Alpargatas que duró tres días. La unidad estuvo funcionando todo el tiempo que duró el incendio, de ahí que me gusta más el sistema que tenía esa autobomba, con dos motores, que no el que tienen las nuevas. La vieja autobomba tenía un motor para impulsarse y otro para tirar la bomba.
¿Después, al poco tiempo, llegó otra autobomba?
- Pasaron cinco años. Un día estábamos en mi casa con el doctor Guillermo Villa, del cual yo era amigo antes de la política, y le dije: ¿no habrá alguna partida en la Municipalidad que pueda destinar a la compra de otra autobomba? Porque Alberti estaba creciendo y era necesaria. Se consiguió una partida de $ 1.911.000 con la que compramos el chasis número Nº 2. En aquel momento el presidente era Abel Médici, quien trabajó y le dedicó mucho tiempo a la institución dejando relegadas muchas veces sus actividades comerciales. En el año 1970 se inauguró la autobomba, me acuerdo que el cuerpo activo lució la ropa de gala.
En estos cincuenta años de historia ¿Qué fue lo más significativo?
- Para mí lo más importante fue cuando el doctor Villa me consiguió este lote de terrenos donde está ahora el cuartel. Una vez que teníamos el lugar había que hacer el tinglado. Me acuerdo que viajé con Villa a una fábrica en Brandsen y conseguimos un presupuesto por 400.000 pesos, después se vino el Rodrigazo y creíamos que no lo íbamos a poder hacer. Pero a pesar de que se vino un aumento del 300 por ciento, en la fábrica nos respetaron el presupuesto. Después del tinglado, necesitábamos las paredes y también las hicimos con la colaboración de la Municipalidad.
¿De quién tiene los mejores recuerdos de los años en la institución?
- Del doctor Guillermo Villa, él intervino prácticamente en la mayor parte de lo que está en el cuartel, tinglado, paredes, el chasis del segundo vehículo, Bomberos se lo debe a él.
¿Cuándo se retiró?
- Nunca, hasta el día de hoy sigo yendo a los incendios. Si me necesitan puedo aportar mis conocimientos. Si alguna cosa veo que no se está haciendo bien, algún pequeño detalle, me acerco a la persona y se lo digo con respeto. Me parece que algo hemos aprendido a los largo de todos estos años. Hay que decir que los Bomberos de Alberti están a la par de cualquier otra institución de esta índole, con mucha capacitación y con elementos modernos.
¿Qué satisfacción personal tuvo?
- Del deber cumplido. Llego al cuartel, veo todo esto y digo: esta obra la dejé para Alberti. Lógicamente con toda la gente que participó de lo que hicimos. Esa es una satisfacción.
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