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25-02-2012 |
ME HIRVE LA CABEZA |
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La migraña, también llamada hemicránea (del griego ἡμικρανίον hemikranion 'un lado de la cabeza') o jaqueca (del árabe 'media cabeza') es una enfermedad que tiene como síntoma principal el dolor de cabeza, usualmente muy intenso y capaz de incapacitar a quien lo sufre. Es una afección muy frecuente, de base genética, que afecta a entre el 12% y el 16% de la población general, siendo la incidencia más alta en las mujeres.
Se debe distinguir la auténtica migraña de otros tipos de cefaleas o dolores de cabeza, tales como la cefalea tensional, que es mucho más usual, la cefalea en racimos y las cefaleas secundarias que pueden estar originadas por multitud de causas, como gripe, meningitis, traumatismos craneoencefálicos y tumores cerebrales.
Es una enfermedad neurologica primaria (es decir no es consecuencia sino el problema en si mismo) caracterizada por ataques agudos de dolor, que se presentan en forma recurrente, en general con las mismas caracteristicas, que pueden combinarse con sintomas neurologicos, gastrointestinales y cambios autonomicos.
El 80% de los pacientes migrañosos presentan su primer ataque antes de los 30 años. La enfermedad cursa con episodios de dolor agudo intercalados entre largos periodos libres de síntomas. La frecuencia de las crisis es muy variable, lo más usual es entre uno y cuatro episodios al mes que duran entre 4 y 72 horas, si no se realiza ningún tratamiento. El dolor puede estar precedido de manifestaciones neurológicas variadas que se llaman aura y consisten en trastornos visuales o sensación de hormigueo en labio, lengua y la mitad de la cara. El dolor suele ser de gran intensidad, afecta a la mitad derecha o izquierda de la cabeza, más raramente a ambos lados simultáneamente, se acompaña por sensibilidad a la luz (fotofobia), náuseas, vómitos y empeora claramente con la actividad física. Por ello los pacientes suelen retirarse a una habitación oscura y permanecen inactivos hasta que desaparecen los síntomas.
Entre los tratamientos, pueden distinguirse los no farmacologicos, de los que indican la utilización de medicamentos.
El tratamientono farmacologico, recomienda mantener una serie de normas de estilo de vida que pueden ayudar a hacer que las crisis de dolor sean menos frecuentes. Puede ser útil mantener cierta regularidad en los patrones de vida, en las horas de sueño y en los horarios de comida. También se sugiere realizar ejercicio físico, evitar el estrés y el consumo excesivo de aquellos alimentos que puedan actuar como desencadenantes de las crisis.
En cuanto a la utilización de medicamentos para el tratamiento de las crisis, se pueden clasificar según el grado de dolor.
Dolor leve: paracetamol, Aspirina, Antiinflamatorios no esteroides, Combinaciones con cafeina
Dolor moderado: antiinflamatorios, Ergotamina, Ketorolac, Triptanes
Dolor severo: triptanes (subcutaneo, intranasal), Ergotamina, Ketorolac (inyectable).
De todas maneras, los que han demostrado mayor eficacia y se utilizan con mayor frecuencia, son los agentes antiinflamatorios no esteroideos (AINES), los triptanes y la ergotamina.
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