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29-02-2012 |
CUANDO DUELE EL OIDO |
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La otitis es la inflamación del oído. Según su localización anatómica se clasifican en otitis externa y otitis media. La Especialidad de la medicina que trata este tipo de patología es la Otorrinolaringología.
La otitis externa es la inflamación del conducto auditivo externo (CAE), debida generalmente a una causa infecciosa. La otitis externa de origen bacteriano se divide en cuatro tipos: aguda circunscrita o forúnculo del conducto auditivo externo no interno, aguda difusa, crónica e invasiva o maligna
La otitis externa -conocida coloquialmente como "oído de nadador"- es una infección del conducto auditivo externo, el tubito que conduce los sonidos desde el exterior del cuerpo hasta el tímpano. La otitis externa puede estar provocada por muchos tipos diferentes de bacterias u hongos.
Afecta sobre todo a niños que pasan mucho tiempo en el agua. Cuando hay demasiada humedad en el oído, la piel que recubre el interior del conducto auditivo se puede irritar y lesionar, permitiendo la proliferación de bacterias u hongos. En los climas templados la otitis externa se da más frecuentemente durante los meses de verano, cuando es más frecuente bañarse en el mar o la piscina.
Pero no hace falta nadar para tener "oído de nadador". Cualquier cosa que lesione la piel que recubre el interior del conducto auditivo puede provocar este tipo de infección. Tener eccema o la piel demasiado seca, rascarse el conducto auditivo, limpiarse demasiado enérgicamente los oídos con bastoncitos de algodón o introducirse en las orejas objetos punzantes, como clips para sujetar papeles, hebillas o alfileres para sujetar el pelo, incrementan el riesgo de desarrollar otitis externa.
El principal síntoma de la otitis externa es el dolor de oído, que puede ser intenso y empeorar cuando se toca o se mueve el lóbulo u otra parte del pabellón auditivo externo. A veces también duele al masticar, y el dolor puede ir precedido de picor.
También puede empezar a supurar un líquido que al principio será transparente pero después es posible que adopte un aspecto turbio y un color amarillento o purulento. Es posible que la audición se vea afectada temporalmente si el pus y las impurezas o la inflamación del conducto auditivo bloquean el paso normal del sonido. La fiebre no es un síntoma habitual de los casos más típicos de otitis externa.
El tratamiento es individualizado para cada paciente por el médico. Incluye gotas óticas (ciprofloxacino ótico) y/o antibióticos orales y/o antibióticos inyectados además de analgésicos y antinflamatorios. Según recomendación de cada medico hacia el cuadro clínico de su paciente. Las posibles complicaciones de una otitis hacen necesario consultar con su médico general u Otorrinolaringólogo antes de iniciar cualquier tratamiento.
La otitis externa no es contagiosa y se suele curar al cabo de siete a 10 días de iniciar el tratamiento.
Aunque se trata de algo muy poco habitual, la otitis externa grave o no tratada se puede extender al cartílago y al hueso adyacente al conducto auditivo, por lo que es importante que un médico la trate lo antes posible.
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