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30-03-2012 |
BEBIDA NACIONAL |
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"El vino, fruto de la viña y del trabajo del hombre, no es sólo un bien de consumo, sino también un valor de nuestra civilización, y un elemento básico de la identidad argentina", señaló el decreto presidencial 1800/2010 que declaró al vino bebida nacional el 24 de noviembre de 2010.
El vino argentino es el que se produce principal y tradicionalmente en las provincias de Mendoza y San Juan, pero también en las provincias de Salta, La Rioja, Córdoba, Catamarca, y en las últimas décadas han comenzado ha elaborarse en Neuquén, Río Negro, Entre Ríos, Chubut, Buenos Aires y Santa Fe.
Para ser la bebida nacional, en primer lugar se debe tener en cuenta que el vino es uno de los elementos clásicos de la gastronomía de Argentina. En ésta, es el elemento más conspicuo (luego seguido de ingredientes como el aceite de oliva o similares, el limón, el ajo, la cebolla y el laurel) de la dieta mediterránea que se encuentra en la alimentación del pueblo argentino. Así es difícil imaginar una cena y, especialmente, un almuerzo (mayormente si se trata de un asado) sin vino.
Además, la amplia distribución del territorio argentino destinado a la producción vinícola permite a la Argentina poseer los viñedos más elevados del mundo y los más australes, pudiéndose cosechar entonces un mismo cepaje gracias a las diferencias que la altitud impone a la temperatura y viceversa a lo largo de más de 4000 kilómetros de sur a norte.
Tinto o Blanco: si el vino torrontés es el nativo por excelencia, es el malbec el vino emblemático de Argentina a nivel mundial. El malbec argentino goza de mucha aceptación en países como EE.UU. debido a que es poco astringente debido al bajo tanino de la variedad que así entonces se siente dulce y seca.
En cuanto a si es mejor el vino tinto o vino blanco, cabe señalar la investigación de Serge Reynaud, en la cual se decía que el vino es saludable sin importar si es de color blanco o rojo, siempre y cuando se consuma con moderación y sobre una base diaria regular.
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