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| 28-05-2012 |
| JATROPHA |
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A la lista de vegetales para obtener biodiesel, ahora se suma la Jatropha curcas, que pasa desapercibida como un simple arbusto, pero cuyos frutos contienen semillas con un alto contenido de aceite con potencial uso para la producción del combustible. También los subproductos generados por el cultivo pueden usarse en procesos energéticos como la combustión y la generación de biogás.
Los frutos de este arbusto contienen aceite y por no ser comestible, no tiene competencia directa con los alimentos. Investigadores de la UNL estudian sus potencialidades y determinaron que el biodiesel obtenido es apto para automotores y que las cáscaras de frutos y semillas sirven como combustible sólido. Analizan la biodigestión como una alternativa para el tratamiento de la glicerina y las harinas.
La Jatropha es un árbol originario de Centroamérica que se desarrolla entre 4 y 8 metros a su edad adulta, dependiendo del régimen hídrico. Produce unos frutos carnosos de unos 5 centímetros de diámetro, de cuyas semillas pueden extraerse grandes cantidades de aceite.
Para sobrevivir necesita un mínimo de 300 milímetros anuales de agua y 600 mm para desarrollarse normalmente. Optimos pueden ser 1.200 mm.
Aguanta algunas heladas y por ser una planta perenne ahorraría costos anuales de siembra, calculados en un 30% de cualquier cultivo.
Como desventajas, que las tiene, se puede decir que no hay en el mundo estudios certificados acerca de cómo se comporta en lugares donde no tiene los mismos regímenes de lluvias; que se desconoce si posee virus y plagas que no existen en Argentina y podrían ser introducidas con la planta; que por ello hay que conseguir semillas con certificación sanitaria, lo que no es fácil.
También, que para poder propiciar la siembra masiva, hay que tener la experiencia a campo que hoy no existe, que para ello hacen falta recursos importantes y, además, que no se podrá tener resultados concretos hasta dentro de 5 años por lo menos, dado que la planta alcanza su mayor desarrollo a los 4 años y luego hay que replicar las experiencias con años menos o más lluviosos, verificar su comportamiento a secano, etcétera.
El INTA cuenta con plantines y comenzó a hacer experimentos en muy baja escala, se espera que los plantines se implanten, y de allí habrá que esperar a ver el comportamiento que las mismas desarrollen, su floración, la cantidad de frutos que daría cada árbol, las formas de épocas de poda, la forma de cosecha, etcétera.
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