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11-06-2012
RECOMEDACIONES PARA PREVENIR
El Consejo Provincial de Emergencias publicó uan serie de sugerencias relacionadas con los cuidados que hay que tener al calefaccionar los ambientes de la casa.
El ministerio de Desarrollo Social, a través del Consejo Provincial de Emergencias, recomienda extremar las medidas de precaución al momento de calefaccionar los hogares y mantener aireados los ambientes para evitar incidentes con monóxido de carbono, que pueden ser letales.

“A partir de la presencia de bajas temperaturas debemos tomar las medidas de precaución necesarias para prevenir situaciones críticas que, en la mayoría de los casos, son provocadas por artefactos a gas mal colocados o de funcionamiento defectuoso y por una ventilación deficiente”, destacó el ministro Martín Ferré.

Así, por instrucción del titular de la cartera social, el CPE elaboró una serie de recomendaciones para tener en cuenta:

La llama debe ser azul. Si se ve amarilla, anaranjada o roja es porque el artefacto está funcionando mal.

Los calefones, calefactores o cocinas no deben tener rastros de hollín. La aparición de manchas, tiznado o decoloración es indicio de un mal funcionamiento de los mismos.

Revisar los artefactos con un profesional matriculado al menos una vez al año. Además de brindar seguridad, esto hace que duren más y funcionen mejor.

Chequear que las cañerías de gas y de ventilación no tengan pérdidas ni obstrucciones para que puedan cumplir con su función.

Los hornos y hornallas sólo sirven para cocinar, no para calefaccionar.

Utilizar preferentemente el sistema de tiro balanceado.

Permitir la entrada de aire del exterior. Una rendija puede ser suficiente para evitar un accidente.

En caso de usar leña para calefaccionar, no arrojar goma ni plásticos porque desprenden gases contaminantes.

Si se utilizan braseros, encenderlos fuera de la casa (es el momento de mayor combustión) y luego entrarlos. Apagar brasas o llamas al momento de dormir.

Si se percibe una fuga de gas, accionar la llave de corte y llamar a un especialista o a la distribuidora, de acuerdo sea el caso.

Además, los técnicos del Consejo –cuyo secretario ejecutivo es Luciano Timerman— recordaron que tanto el gas natural como el de garrafa no contienen monóxido de carbono (CO) sino que este se produce cuando hay una mala combustión o una combustión incompleta.

Su peligrosidad reside en que es menos denso que el aire, se dispersa muy fácilmente y no provoca ningún tipo de reacción inmediata porque no tiene olor, no tiene color, no tiene sabor y no irrita los ojos ni la nariz. Sin embargo, una vez inhalado, ingresa al organismo a través de los pulmones, pasa a la sangre donde ocupa el lugar del oxígeno e intoxica a la persona.

En ese marco, advirtieron que los síntomas pueden confundirse con los de la gripe y que suelen manifestarse con dolor de cabeza, cansancio, debilidad, tendencia al sueño, náuseas y vómitos hasta llegar, en casos más extremos, a la respiración débil e irregular, la inconsciencia, pulso lento e irregular y convulsiones hasta el ahogo o el paro cardiorespiratorio y la muerte.

En caso de estar frente a una posible intoxicación por monóxido, el CPE recomienda:

Verificar que el sitio sea seguro para uno y para la víctima.

Ventilar inmediatamente los ambientes.

Retirar a las personas del lugar, llevarlas al exterior de la vivienda.

Llamar al 911 o al sistema de emergencias médicas. En caso de no ser posible, trasladar inmediatamente a la víctima a un centro médico cercano.

Si los intoxicados están inconscientes, colocarlos en posición lateral de seguridad y aguardar la llegada de la ambulancia sin intentar suministrarle nada por la boca.
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