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02-07-2012
SEIS AÑOS EN ALCALA DE HENARES
Carlos Manterola vive en una ciudad próxima a Madrid. Mantiene contacto con la gente de Alberti y disfruta poder contar historia de su pueblo.
El vínculo más fuerte que hoy tiene Carlos César Manterola con nuestro país, en especial con Alberti, es su familia. Tiene sus dos hijos viviendo en Argentina, uno de ellos, el más chico y su mamá, están en nuestra ciudad. Mientras tanto él se encuentra a miles de kilómetros, en Alcalá de Henares, un pueblo ubicado a 30 kilómetros de Madrid, en España.

¿Cuánto hace qué te radicaste en España?

-Llegué a fines de 2005, principios de 2006. Emigramos por una suma de cosas, nosotros vinimos por un proyecto para mis hijos y porque me habían hecho una propuesta laboral importante. Son circunstancias que se van dando para irte de tu país. Pertenezco a la Casa Argentina en Alcalá de Henares, y ahí uno se encuentro con muchos motivos, no sólo la crisis del 2001. Hay quienes han emigrado por cuestiones personales, por motivos familiares o laborales. Pero el que más predomina es por la crisis.

¿Cuándo llegaste a España te instalaste en Alcalá?

-Yo empecé a viajar en el 2000, con una empresa argentina que me empezó a mandar a España. Acá hice muy buenas relaciones, me hicieron una propuesta laboral y nos vinimos la familia a radicarnos a este lugar.

¿Cómo es el lugar?

-Hay que entender que en el contexto europeo todas las distancias son más cortas, está todo más cerca. Alcalá es una ciudad muy antigua, tiene unas sierras de unos 1.000 metros, Madrid en su conjunto está arriba de los 600 metros de altura por lo que al estar en el centro de la península no tiene humedad ni lluvias torrenciales. El aire es más seco. El lugar tiene una combinación de historia, acá había una plantación de henos por lo que de ahí deriva lo de Henares, y lo de Alcalá deriva de un nombre árabe.

¿Cómo es la gente? ¿Cómo son tus vecinos? ¿Cómo es el barrio?

-El barrio es espectacular, vengo recién de ver un partido con los vecinos. La gente es muy buena y abierta. Alcalá es una ciudad turística, histórica porque que aquí nació Cervantes el que escribió el Quijote, acá tuvo la famosa entrevista Isabel la Católica con Colón para que vaya a América. Hay una historia romana, árabe y judeo cristiana. Acá está la Universidad de Alcalá. Hay 200.000 mil habitantes. Es muy tranquila, tiene algo de Alberti, algo de pueblo, la gente te saluda, te pregunta por vos, por los tuyos.

¿Qué impacto generó la crisis en Europa?

-Acostumbrados nosotros a nuestras crisis, esto está lejos de serlo. No te voy a decir que no se nota, pero acá siguen haciendo obras públicas, carreteras, puentes, siguen adelante. No veo robos de supermercados, no veo complicado el sistema de costos ya que pago el mismo alquiler de hace seis años. En eso no varió nada. Hay menos movimiento industrial. Para lo que ellos están acostumbrados, sienten esta situación porque hay algunos problemas. No está el crecimiento de antes.

¿Qué te sucede cuando te contactas con la gente de Alberti y te hablan de la ciudad?

-A mí me gusta hablar del pueblo. Me gusta mucho contar lo que viví yo en Alberti. Si bien estuve estudiando en La Plata, Córdoba y Buenos Aires, uno transmite las vivencias del pueblo. Son esas que Landriscina hizo cuentos y que muchas nosotros sabemos que han ocurrido. Yo a veces disfruto de contar mis cosas, cruzo información de Alberti. Son historias nuestras.

¿Por qué está bueno vivir en Alcalá?

-Porque hay una mezcla de cultura, de universidad, de turismo, estando al lado de una de las ciudades de referencia de Europa que es Madrid. Madrid muy moderna, tiene mucha noche. Vivo en un pueblo grande con cultura e historia, a muy pocos kilómetros de una de las cabeceras de Europa.

La despedida de Carlos Manterola fue con besos grandes para su familia, su madre, sus hijos, sus amigos, compañeros, y a todos los albertinos que lo recuerdan. Y un mensaje para la gente de acá: “no piensen que estamos lejos, al contrario, estamos cerca”.
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