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| 30-07-2012 |
| NO PUEDEN CONTROLAR |
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Los propietarios del bar clausurado señalan que si no hay apoyo de las autoridades no pueden evitar que los menores ingresen al local. |
Los hermanos Alvarez, Darío, Federico y Ezequiel, son los propietarios de Calypso Bar. El local fue clausurado por la Policía en sábado a la madrugada. Ellos admiten la presencia de una menor, coinciden en que la capacidad estaba excedida al mismo tiempo que señalan que el ingreso de la gente al local no lo pueden controlar.
“Fue la Policía a hacer un control entre las 02:30 y las 03:00 del sábado, había una menor que fue a comer con los padres y se quedaron hasta tarde, a las 02:00 los padres se fueron y ella se permaneció charlando con el hermano que tiene 17 años y cuando llegó la Policía fue la primera a la que encontraron. También tienen razón y lo admito que la capacidad estaba superada, tenemos un máximo de 80 personas y había más. A la hora del cierre nos clausuraron. Nos pasa que este tema se nos hace difícil de controlar porque la venta de bebidas alcohólicos es nuestra responsabilidad, pero el ingreso y la concurrencia simultánea de menores no es fácil de poder controlar”, contó Federico.
Por su parte, Ezequiel agregó: “Nosotros somos los perjudicados directos porque no podemos trabajar, el problema con el que nos encontramos es que no tenemos la autoridad legal para pedirles identificación a todos los que entran. Que haya un menor excede nuestra obligación como comerciantes, la que tiene que controlar que no entren a nuestro local es la policía que es la que puede pedir identificación”.
¿La clausura también fue por una pelea?
DARIO- La medida ya estaba tomada cuando se armó la pelea, esto ocurrió a las 04:45 y la Policía llegó mucho antes. La pelea comenzó adentro y los que trabajamos en el lugar los hicimos salir. La clausura no tuvo nada que ver con la pelea. El problema nuestro, que es difícil de entender para cualquier padre, es que no podemos controlar quién está dentro del local. Si el menor está en la calle tiene autorización del padre, al no frenarlo la Policía, la culpa termina siendo nuestra porque lo tenemos dentro del local. Me puedo hacer cargo de la venta del alcohol, pero si hay un menor adentro es muy difícil poder controlarlo si no tenemos el apoyo de las autoridades y de la Policía.
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