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| 31-10-2012 |
| ENFERMOS DE CELOS |
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Los celos enfermizos constituyen una patología que destruye lentamente a las parejas, y en la mayoría de los casos genera hechos de violencia. |
Los celos son una respuesta emocional compleja y perturbadora, que surge cuando una persona percibe una amenaza hacia algo que considera como propio.
Los psicólogos explican que los celos son una emoción que se activa ante el temor real o fantaseado de perder a la persona amada o deseada y, si bien son universales y no respetan edades, es necesario discernir entre los celos normales, es decir aquellos que aparecen con una intensidad controlable y manejable, y no llegan a lesionar profundamente las relaciones amorosas, y los patológicos, que son irracionales, obsesivos, y destructivos. Esta última manera se denomina celotipia o delirio celotípico; y ha tenido un notable crecimiento en los últimos años, particularmente en parejas de jóvenes, desencadenando situaciones graves de violencia.
Los celos llevados al extremo constituyen una patología fuertemente autodestructiva; el sujeto que padece esta enfermedad "vive" en un estado de angustia e infelicidad, en función de sus miedos y sospechas de engaño, muchas veces completamente infundados y prácticamente no acepta otra condición de verdad que no sean las evidencias que confirman su inseguridad en la relación. Los celos patológicos pueden manifestarse indistintamente en hombres o mujeres.
La persona celotípica siempre teme la presencia de un “otro” en la relación, y cada acto de la persona amada, cada frase, cada situación, cada mirada, le dará elementos de sospecha para que se dispare su fantasía y comience a “ver” situaciones que surgen precisamente de su propia imaginación, pero a las que les da consistencia de verdad.
Los celos puede llevar a provocar el daño al ser celado, incluso hasta provocar una respuesta física de agresión. Este nivel de celo es muy difícil de curar y las personas que lo padecen tienen grandes posibilidades de llegar a situaciones extremas si no se someten a un especialista.
La cura está basada en la recuperación de la confianza en la relación de pareja y de la seguridad de si mismo reconociendo el espacio vital que toda pareja debe tener y que no debe ser invadido por el otro.
Mientras que la prevención está relacionada con el aprendizaje durante la infancia de los valores de la tolerancia, el respeto y el reconocimiento de los derechos del otro. Además también pueden prevenirlos una buena comunicación en la pareja.
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