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11-11-2012
NADA ES LO QUE PARECE
El estreno a sala llena de la obra Pijamas en el Salón Cultural Pedro Arruvito.

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El estreno de la obra Pijamas del grupo A viva Voz significó el inicio de una sucesión de funciones que, como ocurrió con Taxi, van a tener repercusión de la crítica y el público. Esta versión de Pijamas logra el cometido que se han planteado la directora y los actores: que la gente se divierta. Y vaya si lo han conseguido.

Fueron casi dos horas de una sucesión de enredos que lograron la complicidad del público, que con cada intervención de los protagonistas mostró su aprobación con la risas, aplausos y hasta se animó a acompañar con palmas cuando la secuencia de la obra tenía un pasaje musical.

La historia de Pijamas gira en torno a los engaños. Del marido a la mujer, del amigo del dueño de casa con su señora y una confusión de roles que termina por abonar a los enredos generalizados. Bernardo (Mauricio Arruvito) es el dueño de una casa de fin de semana que invita a su amigo (Roberto) Fernando Romano a pasar unos días, allí conviven la dueña de casa Jaqueline (Evangelina Barreiro), la amante Brigitte (Daniela Audicio), la mucama Brigitte (Adriana Bartomeo) y sobre el final aparece el parquero Ezequiel (Nicolás Alvarez) para completar el cuadro de enredos.

La dirección le corresponde a Stella Beorlegui, que le echó mano a algunos recursos que son innovadores para el teatro local, como la escena de la transformación. En el rubro técnico con sonido e iluminación participó Germán Arruvito, el maquillaje le corresponde a Fiama Blaiotta y colabora Silvia Scatolón.

La obra es para recomendar, por lo entretenida, por algunos pasajes que llevan al espectador a compartir con sus protagonistas la sensación de que nada es lo que parece. Con la única certeza de que Pijamas es una gran propuesta teatral para divertirse.
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