Cerrar

12-11-2012
COMO WALT DISNEY
La criopreservación es un proceso por el que las células o tejidos son congelados a muy bajas temperaturas, con lo cual la vida del organismo entra en “stand by”.
La criopreservación es un técnica por la que las células o tejidos son congelados a muy bajas temperaturas, generalmente entre -80 ºC y -196 ºC para disminuir las funciones vitales de una célula o un organismo y poderlo mantener en condiciones de vida suspendida por mucho tiempo. A esas temperaturas, cualquier actividad biológica, incluidas las reacciones bioquímicas que producirían la muerte de una célula, quedan efectivamente detenidas.

Normalmente para preservar una muestra biológica durante el mayor tiempo posible sin que pierda su calidad se utiliza nitrógeno líquido. De esta manera sumergiendo la muestra en nitrógeno líquido se alcanzan temperaturas entre -80 y -195,79 ºC (la temperatura de ebullición del nitrógeno líquido). La utilización de helio líquido permite alcanzar temperaturas incluso menores de hasta -268,93 ºC (temperatura de ebullición del helio), aunque este es mucho más caro.

La importancia de esta técnica radica en que la congelación no destruye los tejidos. Con esto se consigue que la célula que decidimos conservar se mantenga en una condición tal que permite su viabilidad una vez revertido el proceso. Así se pueden almacenar distintas camadas celulares durante largos períodos.

Entre las células humanas -y en algunos casos animales- que pueden conservarse están las muestras de semen que servirán para poder intentar una inseminación artificial, las células hematopoyéticas, obtenidas de médula ósea, de sangre periférica o de cordón umbilical, que se han convertido en un recurso indispensable en la hemato-oncología moderna; y la criopreservación de embriones.
Buscar:
Aumentar / Reducir Fuente
Imprimir
Enviar a un amigo