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| 21-01-2013 |
| FIESTAS PRIVADAS VS BOLICHES |
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Una nueva propuesta nocturna que no tiene ningún impedimento para que se realice. Es considerada por algunos como una competencia desleal. |
Las fiestas privadas son una tendencia que marca el pulso de la noche albertina. Se han transformado en los últimos tiempos en una opción que aglutina lo que en otra época hacían los boliches bailables.
Esta alternativa contrasta con el negocio de la nocturnidad. La “disputa” por la juventud que sale a bailar ha generado más de una controversia. Con la apertura del nuevo boliche Club 57 el negocio se dividió, por lo que los propietarios de NYX decidieron cerrar por un tiempo para abrir con otra propuesta.
La alternativa son las fiestas privadas ya que con el argumento de una celebración de un cumpleaños se producen estas reuniones que concentran una gran cantidad de asistentes que pagarían un “canon” por las consumiciones de bebidas.
Estas reuniones preocuparon a las autoridades ya que entienden que podría existir una competencia desleal, no obstante no hay impedimento alguno para las fiestas privadas. Ya que mientras no se infrinja la ley, en una casa el propietario puede invitar a cuántos quiera y hacer lo que le plazca. La única limitante serían los ruidos molestos o en su defecto si se producen daños en la vía pública producto del accionar de quienes asistieron a la fiesta.
La semana pasada hubo una reunión de la que participó la intendente Marta Medici, en ejercicio de su licencia por vacaciones, el comisario inspector Raúl Ferrari, la jefa de Bromatología María Zunino y dos de los tres hermanos Alvarez, propietarios de pub Calypso y socios en el boliche bailable NYX. El tema central de la reunión fue las fiestas privadas.
El boliche o las fiestas privadas parecen ser las alternativas nocturnas de estos tiempos. Quienes son propietarios del boliche entienden que las fiestas son una competencia desleal, no obstante no hay ningún argumento legal que impida que se realicen en domicilios particulares.
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