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11-03-2013
PEDRO, POR SIEMPRE
Pasó una década de su desaparición y su legado sigue presente. Sus obras y sus ideas no quedaron en el olvido.
Mañana se cumplen diez años del fallecimiento de Pedro Rafael Arruvito. El profesor murió el 12 de marzo de 2003. Su partida dejó un hueco difícil de llenar. Nadie, hasta el más acérrimo de sus adversarios, puede negar la importancia y la influencia que tuvo Pedro Arruvito en la comunidad albertina. Nunca pasó desapercibido, consiguió la mayoría de los proyectos que se propuso.

Pedro, a secas, como se lo conocía, fue muy histriónico. Supo construir contra viento y marea. Fue un creativo, logró sobresalir como profesor y como dirigente. Supo trascender en distintos ámbitos y se caracterizó por ser un innovador. Su pérdida fue muy significativa y aún hoy hay quienes suelen mencionar: ¡si estuviese Pedro!

Nadie como él supo explorar los caminos de los proyectos comunitarios. Así se pueden enumerar campamentos a la Casa de Piedra en Córdoba, la creación del Salón Cultural, la Escuela Técnica y el Instituto Terciario.

Son recordadas las Ferias de Ciencias, la Semana de la Juventud, la Semana de la Pampa Húmeda y el Congreso del Alimento. Fue el impulsor de los Mundialitos y logró levantar el Polideportivo.

Su obra lo sobrevivió, pero también sus ideas y acciones lo trascendieron. Hoy el Polideportivo, el Salón Cultural y la Copa de la Semana de la Juventud llevan su nombre. A diez años de su muerte, el recuerdo sigue latente.
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