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| 03-04-2013 |
| LA NOCHE DE TROPICAL LOS BECUADROS |
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Después de las postergaciones, Los Becuadros tuvieron el homenaje al que asistió un gran número de gente. |
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La noche de Tropical Los Becuadros fue como se esperaba. Con emociones, con reconocimientos y con el acompañamiento de la gente que desde un primer momento salió al bailar como lo hacia cuando la orquesta se presentaba en los bailes populares.
En el comienzo el locutor Dardo Rojo fue convocando a cada uno de los integrantes de Los Becuadros y los miembros de la comisión del Club La Candela les entregaron una plaqueta por ser “Albertinos con Historia”.
Así fueron subiendo al escenario Oscar Mandato, Roberto Renatti y Héctor Zunino, los integrantes de la primera formación, y además fueron homenajeados Antón Baré (recibió su nieta), Adolfo “Pato”Tocci (recibió la hermana) y Oscar “Cacho” Barrinuevo (recibió su hijo).
También fueron parte de Tropical Los Becuadros: Obdulio “Negro”Pagano (recibió su esposa), Aldo Blanco, Pedro Corsi, Héctor Delgado, Claudio Médice, Raúl “Curulo” Díaz (recibió su prima), Jorge Zunino, Héctor Basualdo, Lorenzo “Minguito” Francese, Jorfe Zunino, Marcelo Francese, Alberto Gorosito y Néstor Grassi.
Tras los reconocimientos, una primera formación de Los Becuadros comenzó a tocar integrada por Claudio Médici, Jorge Zunino, Héctor Delgado, Roberto Renatti, Lorenzo Francese, Oscar Mandato y Marcelo Francese. Después se sumaron Alberto Gorosito y Néstor Grassi.
No faltaron en el show los clásicos de la historia de Tropical Los Becuadros: “Trinidad”, “Río Mamoré”, “Adiós, adiós corazón”, “El aguacero”, “Una casita blanca”, “Mi Lindo Cafetal”. Otros temas que se escucharon por Los Becuadros fueron: “La Pollera Amarilla”, “Me querés, me adorás” y “Esta noche vida mía”. En el final, Jorge Zunino cantó “El Lobizón”, que popularizó Antón Baré.
Fue la culminación de un show que por pedido de gente se extendió con la repetición de algunas canciones ya que a esa altura ya habían hecho todo el repertorio en este reencuentro de un grupo de amigos, que se convirtió por tres décadas en un sello de diversión que perduró a través del tiempo y que alcanzó a varias generaciones de albertinos que rieron, disfrutaron y se enamoraron con Tropical Los Becuadros.
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