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24-04-2013
VIAJAR EN TREN YA NO ES BARATO
Los últimos incrementos en los precios del boleto transformaron el viaje en tren en un servicio que se asemeja en valores a los otros transportes que siempre fueron más caros.
Viajar en los trenes de pasajeros era la opción más barata, confortable, rápida y segura. Hoy los que utilizan el servicio deben resignarse a las demoras, el mal estado de los coches y hasta corren el riesgo de quedar varados a medio camino, a lo que se suma un incremento considerable en el precio del pasaje.

Hoy viajar en tren tiene un valor de 47 pesos para la clase turista, de 61 pesos en primera y de 83 pesos en pulman. En los últimos meses el boleto en clase turista pasó de 20 a 35 y después a 47 pesos.

Desde la privatización de los ferrocarriles en 1989 el servicio de traslado de pasajeros entró en decadencia. En lo que respecta al recorrido que se cumple entre la Estación “11 de septiembre” y la ciudad de Pehuajó ha sido progresivo el empobrecimiento del servicio. Los primeros años después de que el gobierno concesionó el corredor ferroviario y que el estado a través de una unidad ejecutora tomara los trenes de pasajeros, la frecuencia de los servicios empezó a disminuir a tal punto que hoy hay sólo un tren que pasa por la mañana y regresa a la noche trasladando a la gente. Antes, tres formaciones pasaban por día en distintos horarios.

Ese único servicio de pasajeros tiene disponible para esa prestación, una sola máquina que cumple un trazado diario de unos seiscientos kilómetros de vía con un mantenimiento mínimo una vez a la semana.

El Estado les paga un canon a las empresas concesionarias de las vías para que en tren de pasajeros haga el recorrido. Desde que el gobierno nacional transfirió, mediante el decreto 532, a las provincias los ferrocarriles y Buenos Aires optó por hacerse cargo del servicio de pasajeros, el estado provincial le paga un peaje a la empresa para utilizar lo que antes eran sus vías.

La provincia de Buenos Aires constituyó para tomar el servicio de pasajeros una Unidad Ejecutora del Programa Ferroviario Provincial (UEPFP) con el fin de asegurar el traslado de la gente que tiene al tren como único medio de movilidad.

La privatización de los ferrocarriles se apoyó en dos conceptos: suprimir el déficit que generaban y la necesidad de modernizar el sistema. Ninguno de los dos objetivos se ha conseguido por lo menos en lo que respecta a los trenes de pasajeros. El mal funcionamiento de los trenes de pasajeros viene provocando y cada vez con mayor profundidad, el aislamiento del interior de la provincia de Buenos Aires.

El panorama se completa con una clausura posterior a las concesiones de un 75 por ciento de la red de ferrocarriles, con la excusa de que las vías no estaban en buen estado o el servicio no era comercialmente redituable. Casi 900 estaciones del interior de la provincia de Buenos Aires fueron cerradas, las playas de maniobras prácticamente abandonadas y el material se utiliza en algunos casos para reparar otros sectores.
Viajar en tren es lo más económico. Un boleto en clase turista representa un porcentaje mínimo respecto del valor que se abona para trasladarse en ómnibus y hay un costo menor importante respecto si se elige un mini-bus.

Antes se podía hablar de una diferencia de precios entre los medios de transporte, hoy con el aumento ya no existe. El tren de pasajeros también dejó de ser la opción más barata.
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