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29-07-2013
PLAGA ARGENTINA
La cortadera o cola de zorro fue llevada con fines decorativos y se convirtió en invasora incontrolable en Nueva Zelanda.
Debido a que en Nueva Zelanda no se utilizan agroquímicos en áreas de reserva natural, por la defensa del medio ambiente, desde hace dos años especialistas del país oceánico trabajan con científicos argentinos para lograr conocer cuáles son los “enemigos” naturales de este tipo de ejemplares.

La cortadera es una planta muy invasora en Nueva Zelanda porque ocupa en forma indiscriminada áreas naturales y desplaza a la vegetación autóctona. A diferencia de lo que ocurre en Argentina, donde tiene espacio para expandirse, en las islas de Oceanía termina por arrasar con especies propias y se convierte en un problema.

Integrantes de una organización de investigación ambiental con sede en Nueva Zelanda, cuyo objetivo es la protección y restauración de la biodiversidad- visitaron la Argentina para descubrir posibles agentes de control biológico en el lugar de origen de la planta, cuyas cañas floríferas pueden alcanzar los 4 metros de altura. Se estima que una chinche o una mosquita que se alimentan de las semillas podrían ser algunas posibilidades de ‘combate’” afirmaron. Por su parte, desde el Conicet intentan descubrir si un hongo parásito puede llegar a ser el agente de control buscado.

Por tratarse de una planta típica de espacios abiertos, tolerante al frío y el viento, libre de enfermedades e insectos que se alimenten de ella, el desafío para su control es complicado. Originaria de algunos países de América del Sur, como Argentina, Brasil y Uruguay, su nombre científico es Cortaderia selloana. También tiene presencia en Colombia, Ecuador y Venezuela. Su máximo poder ornamental se logra durante la época de floración, en el verano, cuando aparecen los conocidos plumeros, en diferentes tonos, como beige, blanco o rosado.
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