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06-08-2013 |
DROGA SEDANTE |
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La droga “estrella” de la primera década de éste siglo es el clonazepán. |
El clonazepam es un fármaco de tipo benzodiacepínico que actúa sobre el sistema nervioso central, con propiedades ansiolíticas, anticonvulsionantes, miorrelajantes, sedantes e hipnóticas. Se comercializa bajo los nombres de Rivotril, Klonopin, Ravotril, Clonagin, Zatrix, Neuryl, Diocam.
Según estadísticas el consumo del Rivotril se duplicó en los últimos tiempos y ya es uno de los medicamentos más recetados por los médicos, principalmente para personas que sufren de pánico, cualquier tipo de fobias o como anticonvulsionante.
Aseguran que para los profesionales de la medicina es una prescripción fácil, económica y cómoda porque tiene amplio espectro: además de ansiolítico, combinado con otras drogas es anticonvulsionante.
Claro que el auge de esta droga se da después de años en los que diversos medicamentos ocuparon ese mismo lugar en el mercado farmacéutico.
Primero fue el conocido Valium (diazepam), que tuvo su auge a comienzos de la década del ´50, que produce una leve sedación hasta llegar a un punto de hipnosis y somnoliencia. En la década del ´80 surgió otro clásico: el Lexotanil. En este caso esta droga servía como tranquilizante y relajante del músculo esquelético, además de ser un ansiolítico.
Ya en la década pasada el medicamento “fetiche” de los consumidores fue el Prozac que, a pesar de que hoy en día se descubre que tiene efectos colaterales en algunos pacientes, es utilizado como antidepresivo.
De todos modos, ésta droga no es inocua. Los síntomas de la sobredosis del clonazepam, similares a los causados por otros depresores del sistema nervioso central, incluyen somnolencia, confusión, coma, náuseas, disminución de los reflejos, hipertensión, paro respiratorio y en casos extremos, la muerte. El antídoto es un antagonista denominado flumazenil, que es administrado por médicos y anestesistas exclusivamente en el ámbito hospitalario.
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