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25-04-2010
ADN, PARA CONOCER QUIENES SOMOS
Se estrenó la obra de Andrea Juliá que dirige Horacio Medrano. Un auditorio colmado se emocionó con la propuesta teatral que se presentó en el Museo Lozza.
Unas 100 personas que colmaron el auditorio del Museo Lozza presenciaron el estreno de la obra “ADN (hijos sin nombre)” escrita e interpretada por Andrea Juliá junto a Dalila Romero y Milena Medrano. La producción de la puesta le corresponde al grupo Teateatro y la dirección es de Horacio Medrano.

La obra aborda el tema de la identidad de las personas a partir del secuestro de una madre embarazada y su hija, que con el paso del tiempo siente que hay un vacío en su vida que debe llenar con su existencia.

La obra dura unos 50 minutos en los que el público entra en estado de emotividad mayúsculo al ver a esa madre cómo sufre por la separación y a su hija que lleva en su interior la pena de no saber quién es. Por eso al único nombre al que se aferra es el de sus sandalias “Guillermina”.

La puesta representa una búsqueda permanente de la identidad de una persona a partir de elementos que se asocian comúnmente con la historia de la gente: las cartas, las fotos, las imágenes de lugares que parecen tan lejanos pero que a la vez son tan cercanos para alguien que se busca a si mismo.

La obra reflexiona a partir de una consigna que es: “lo que no se dice parece que nunca sucedió”. “ADN” pretende ser una respuesta a tantas preguntas y a su vez deja a los espectadores con muchos interrogantes en función de los temas que en la actualidad son parte de la agenda de los medios de comunicación.

La obra no sólo impactó y emocionó al público también posibilitó que una vez finalizada se abriera un espacio de reflexión en el que se habló de la posibilidad de cerrar viejas heridas, de la esperanza, de la identidad, de la memoria y sobre todo de ese “ADN” que cada uno lleva en su cuerpo que no se puede eliminar cualquiera sea la circunstancia.

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