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14-03-2010 |
EL APLAUSO FUE PARA EL LOCUTOR |
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En la despedida de Raúl Díaz se escuchó un aplauso unánime y sostenido de la gran cantidad de gente que acompañó el cortejo. |
Es poco frecuente que los aplausos se los lleve el conductor. Lo que suele ocurrir es que quien pide al público que golpee sus palmas para recibir o despedir a un artista sea quien conduce el espectáculo. Lo que sucedió en la tarde de hoy alteró las normas generales, quien se llevó todos los aplausos fue el locutor y conductor Raúl Díaz.
Esos aplausos no sólo acompañaron su despedida también sonaron como el pedido de mucha gente que quiere que lo sucedido se clarifique y que la justicia actúe echando una luz sobre la todo lo que ocurrió y que terminó con la vida de Raúl Díaz.
Un unánime y sostenido aplauso acompañó el recorrido de los restos de Raúl Diaz desde la casa velatoria hasta la parroquia Nuestra Señora del Rosario. La gente caminó detrás de los vehículos que llevaban el féretro del locutor, el recorrido fue por la calle Moreno, la avenida Vaccarezza y un tramo de San Martín esperando que el cortejo diese la vuelta a la plaza Arias para arribar a la parroquia.
Una gran cantidad de gente acompañó desde un primer momento la caravana, otra se fue sumando en el corto trayecto y en la iglesia aguardaban más personas para darle la despedida a Raúl Díaz.
Desde muy temprano había circulado una cadena de mensajes de texto en la que convocaban para las 17 con la premisa: “Para que no vuelva a pasarnos, acompañemos los restos de Curulo desde Casa Romano hasta la Iglesia”. De igual manera también se comenzó a convocar para una marcha programada para mañana a las 20 en la Plaza Arias con el objetivo de pedir justicia por lo que sucedió con Raúl Díaz.
Gran parte de esa gente que acompañó los restos de Raúl hasta la Iglesia y que permaneció en el lugar mientras se realizaba el responso y que aplaudió de manera persistente, fue también la que se encolumnó detrás del cortejo fúnebre para el último adiós en el cementerio local.
Se fue Raúl Díaz. Se apagó su voz de locutor y conductor. Se llevó consigo el aplauso de la gente.
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