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13-03-2010
¡CHAU CURULO! ¡CHAU RAUL DIAZ!
Una simple despedida de alguien que compartió con vos muchos momentos y que sufre tu pérdida.
¡Chau Curulo! Así simplemente te despide alguien que compartió con vos varios horas de trabajo en el canal, en la radio, en la pesca y en los espectáculos al aire libre. Así te quiero despedir, con ese simple “Chau Curulo” que la gente utilizaba en la calle para darte el saludo cuando pasabas en tu bicicleta.

¡Chau Curulo! Te fuiste en bicicleta sin poder cumplir con tu gran pasión que era poder correr la Doble Bragado Terra y el Desafío del Río Pinto. ¿Te acordás cuánto nos costó poder inscribirte? Por más que no puedas correr, quedate tranquilo que tu ficha de inscripción se completó y figurás entre los corredores de la edición 2010 de la carrera cordobeza.

¡Chau Curulo! Y gracias. Por estar dispuesto siempre a aportarme tu experiencia en televisión, en radio, en la conducción de espectáculos. Por decir que sí ante cada propuesta que se presentaba y te colocaba frente al micrófono. No me olvido que fuiste el primero que aceptó conducir el Maratón Solidario a beneficio de la Cooperadora del Hospital subiéndote al escenario para abrir la primera edición.

¡Chau Curulo! No me voy olvidar nunca aquella vez que nos vestimos de Papa Noel para regalarles caramelos a los chicos en la víspera de navidad. ¿Te acordás la cara de esos pibes? ¿Te acordás cuánto lo disfrutamos? Fue una de esas acciones que nos marcó para siempre.

¡Chau Curulo! El de Onda Tropical en tu debut en canal 5. El de la Telecanasta, el de Más Deportes y de Una vuelta por el campo. El de la conducción en las fiestas que me tocó producir. Siempre confié en tu profesionalismo y no me equivoqué. En el escenario sabías lo que hacías por algo la gente establecía un ida y vuelta con vos que muy pocos logran.

¡Chau Curulo! Te digo hasta siempre. Por los buenos momentos, por los malos, por las broncas, por las risas, por las noches y por los días (siempre decías que eras viento y lluvia, el peor de los días). Te digo adiós, recordando que fuiste alguien que estaba siempre dispuesto a ser donante de sangre hasta cuando los médicos no te lo permitían.

¡Chau Curulo! Chau compañero, te fuiste de una forma que no merecías. Hoy aquellos que te saludaban a tu paso ya no van a tener a quien decirle “Chau Curulo”. Te marchaste, siento una pena profunda que me lleva a empañar de lágrimas el teclado, pero no quiero dejar de escribir estas líneas de despedida. Sabés que las palabras no alcanzan.

¡Chau Curulo! Por primera vez te digo tantas veces Curulo. Siempre para mi vos fuiste Raúl Díaz. Así te llamaba y así lo haré cada vez que te recuerde. Porque te fuiste sin decirme por qué te decían Curulo.

El Gallego Rosa
(Como vos me llamabas)


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